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Baja California

Tres razones, ninguna explicación; en el IMSS “me mataron un hijo”

Por: Dianeth Pérez Arreola/ La Jornada Baja California

Mexicali, 19 de febrero.- Paola Benavides Vázquez iba puntualmente a todos sus controles de embarazo a la Clínica 31 del IMSS, donde nunca detectaron ningún problema con ella o con su bebé.

Lo único que anotaron es que el niño venía muy grande y que debía tener a su hijo mediante una cesárea. La programaron para el 12 de septiembre de 2008.

Ese día acudió a la clínica para someterse a la operación, sin embargo, la tuvieron internada una semana más porque dijeron que podía ser un parto natural y que esperarían a que estuviera dilatada. Paola tenía mucho dolor y perdió la cuenta de los días que llevaba ahí.

“No quería gritar, no quería quejarme porque las enfermeras decían ‘ah, bien que cuando abriste las piernas no te quejaste, y ahora todo te duele’, hasta que empezaron a vendarme los pies y supe que por fin me iban a operar”, relata.

Para entonces ya estaba muy mal y perdió el conocimiento. Cuando despertó, estaba en el quirófano. Le enseñaron a su bebé, quien estaba cubierto por manchas de suciedad y no lloraba. Recuerda que le informaron que su hijo había defecado dentro de su vientre y que había tomado líquido amniótico contaminado.

“Me llevaron a piso y a todas las mamás les traían a sus bebés y a mi nada. Me bajé al cunero a buscar a mi hijo, recién operada porque nadie me decía nada de él, y alguien del personal de cuneros me preguntó que a quién buscaba. Le dije mis apellidos y me dijo que el bebé estaba en la incubadora”, narra mientras se limpia las lágrimas.

Al bebé no se le formaron bien los pulmones, aseguraron en el IMSS

Dice que el niño, a quien llamó Juan Pablo, se parecía mucho a ella. Quiso tomarlo en sus brazos, pero no la dejaron hacerlo, y una enfermera la regresó a su cama entre regaños. Le dijeron que al bebé no se le formaron bien los pulmones y por eso estaba en la incubadora.

“¿Cómo que no se le formaron bien los pulmones? Todos los ultrasonidos salieron bien, el niño tenía más de nueve meses”, dice.

Ante la falta de información, la madre de Paola decidió meterse a cuneros a buscar a su nieto, pero fue detenida en la entrada y amenazada con llamar a un guardia si no se retiraba.

“Me dieron tres razones diferentes”

“Ese mismo día del parto, el 19 de septiembre por la noche, fueron por mí. Me subieron a una silla de ruedas y cuando entramos al elevador vi que presionaron el botón del sótano. Fuimos a terapia intensiva y el doctor Hurtado me dijo ahí que el niño había muerto de un paro cardio-respiratorio”, indica.

Paola hace una pausa. Dice que este es un tema muy difícil para ella. “No supe que hacer, yo sola ahí adentro… y el acta de defunción dice choque cardiogénico y cardiopatía congénita. ¿Fue un paro respiratorio, no se le formaron bien los pulmones o fue algo del corazón? Me dieron tres razones diferentes”.

Ella le reclamó al médico, le dijo que un bebé de 9 meses ya tiene formado todo, que a ella no la habían atendido a tiempo. Él solo la escuchó mirando al piso.

Ella asegura que la verdadera razón de la muerte de su bebé es que se le pasó el parto. Estaba programada para el 12 de septiembre y la dejaron internada y sin atención una semana, con fuertes dolores y sin señales de que pudiera tener un parto natural.

Al darla de alta al día siguiente supo que su hija se había caído y que estaba internada ahí mismo. Fue inmediatamente por ella y contra la opinión del personal médico, la sacó de ahí. “Ya me mataron un hijo, no voy a dejar en sus manos a mi hija”, les gritó.

Ella quisiera saber la verdadera causa de la muerte de su bebé, tras esas tres versiones. Juan Pablo pesó cuatro kilos y midió 57 centímetros, tenía 9 meses más 1 semana de gestación.

“Ahora que pasó lo de Keren, dije no, voy a decir yo también lo que me pasó. A mi hijo mayor lo tuve en el Hospital General en el 2002. Ahí también se me estaba pasando el parto, mi hijo nació morado y le faltó oxígeno al cerebro. Lo diagnosticaron después con déficit de atención, hiperactividad y lento aprendizaje”, recuerda.

“Ahora que pasó esto con Keren ya no me puedo quedar callada”

Además, dice que tiene un problema desde el verano pasado, pues tiene un periodo menstrual que no termina, y por el que acudió al IMSS. Después de diversos estudios y análisis no encontraron la causa. Por este motivo sufre de anemia, y una vez le hicieron un legrado con biopsia.

La enviaron con el ginecólogo, el doctor Cano, al no tener todavía una solución. Las citas se las daban muy espaciadas. En la consulta de octubre, el médico ni siquiera levantó la vista de su celular, lo que la hizo enojar y decirle que si se tratara de su mujer seguramente ya hubiera solucionado el problema. Decidió romper frente a él su expediente, abandonar el consultorio y no volver más. Ahora se atiende haciendo grandes esfuerzos, con un médico particular.

“La atención en el IMSS es muy mala. Cuando esperaba que me hicieran el legrado estaba con las embarazadas, y les hablan horrible”, menciona.

Cuando pensó en demandar por la muerte de su bebé, ya había pasado mucho tiempo. “Ahora que pasó esto con Keren ya no me puedo quedar callada. Mi mamá no quería que contara mi historia pero que se sepa que hay muchas negligencias en el IMSS”.

El lunes estará presente en la protesta a la que han convocado familiares de Keren Vallejo para pedir justicia por su caso, así como por todos los casos de negligencias médicas que pasan inadvertidas y quedan sin consecuencias.

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