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Opinión

Confinamiento, congestión vehicular y transporte público

Por: Juan Antonio Pichardo Corpus / Voces de El Colef

El confinamiento ocasionado por la pandemia asociada al covid-19 trajo consigo varias enseñanzas, una de ellas es que se puede reducir la congestión vehicular en las ciudades. El reporte de la empresa INRIX, sobre las condiciones de la congestión vehicular en el año 2021, señala las diferencias en los niveles de congestión pre-pandemia y post-pandemia en mil ciudades alrededor del mundo, muchas mantuvieron niveles de congestión por debajo de los registrados en el periodo pre-pandemia, lo que puede ser un indicador de que no necesariamente se regresará a los niveles pre-pandemia, aunque para eso hay que esperar el reporte de este año.

El reporte incluye 15 ciudades mexicanas, de las cuales, prácticamente todas mantuvieron niveles de congestión por debajo de los registrados en el periodo pre-pandemia, algunas con diferencias muy significativas, como el caso de Ciudad Juárez con una disminución del 64% otras con niveles de disminución medianas, como Reynosa con el 44% y otras con disminuciones más modestas como Tijuana con el 14%.

Por otra parte, algunas ciudades no solo han regresado a sus niveles de congestión pre-pandemia sino que los han aumentado, tal es el caso de Monterrey, que aumentó en un 25%. Posiblemente, en este 2022 algunas ciudades ya hayan regresado a sus niveles de congestión pre-pandemia, considerando que a finales del 2021 muchos regresamos al trabajo presencial de manera cotidiana y prácticamente en todas las ciudades de México se regresó a las clases presenciales a inicios de este año. 

Por supuesto, nadie desea retornar a un confinamiento para reducir los niveles de congestión, entonces, cómo reducir los niveles de congestión sin un confinamiento. Es claro que la disminución se dio por la reducción de la movilidad cotidiana y como consecuencia bajó la cantidad de autos en las calles, entonces hay que reducir el número de vehículos.

Para ello, se requiere de un sistema de transporte público eficiente y eficaz para que cada día más personas optemos por usar el transporte público y dejemos nuestros autos en casa. Esto implica planear adecuadamente los sistemas de transporte, de lo contrario ocurrirán casos como el del BRT de Tijuana, también conocido como SIT, que en semanas pasadas ha estado en la conversación porque se propuso eliminar los carriles exclusivos. Para cualquiera que conozca el funcionamiento del BRT en la mayoría de las ciudades de México, y en general, de diversas ciudades en el mundo, le parecerá absurda esa propuesta, sin embargo cuando se observa el funcionamiento del SIT,  es claro que no funciona cómo debería y la propuesta de eliminar parte de su infraestructura ya no parece tan absurda. 

Con todo y los problemas que tiene el SIT, la apuesta no debería ser disminuir su infraestructura, sino fortalecerla, porque una ciudad como Tijuana, siendo el municipio más poblado del país y la sexta zona metropolitana más grande, no debería permitirse un retroceso de esa índole, en lugar de pensar en eliminar los carriles del SIT se debería repensar cómo potenciar esa infraestructura, agregando otra línea troncal que pase por las zonas más densas de la ciudad, extendiendo conexiones a las líneas alimentadoras y mejorando su integración con el resto de los modos de transporte, taxis, calafias, etc.

Esto implica incluir en la discusión a los diferentes niveles de gobierno involucrados, pero también a los transportistas. En conjunto se deben planear las posibles mejoras a todo el sistema y tener opciones de movilidad para los ciudadanos, que no sólo reducirían la cantidad de horas perdidas en el tránsito sino contribuyen a disminuir los niveles de emisiones de gases nocivos para la salud y para el medio ambiente en general.

Si bien los pasos a desnivel, la ampliación de carriles, la sincronización de semáforos, los carriles reversibles, los libramientos, etc., son acciones útiles y ayudan a paliar el problema de la congestión, no son la solución. En buena medida porque la congestión vial es casi inevitable por el crecimiento de las ciudades, esto se debe a una característica común a todas las redes de vialidades, que en teoría de gráficas (o grafos) se conoce como planaridad, pero de esto habrá oportunidad de platicar en otra ocasión, por lo pronto el mensaje es claro: mejorar las condiciones de transporte público y extender su capacidad es fundamental.

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