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Economía

Shanghái, nuevo «motor» de la industria

Por: Braulio Carbajal / enviado La Jornada

Shanghái. Shanghái se está transformando en la Detroit del siglo XXI. La antigua cuna de la industria automotriz estadunidense dejó de ser hace ya tiempo el epicentro de la manufactura. Mientras, esta región emerge como uno de los polos de la nueva era del sector.

Aquí, en la metrópolis china más poblada, los autos no sólo son vehículos, son símbolos de tecnología, electrificación, inteligencia artificial y movilidad sostenible.

En menos de cinco años China se posicionó en la élite de la industria automotriz mundial. Se convirtió en el mercado con las mayores ventas de automóviles, líder en la fabricación de vehículos eléctricos y en el que más autos exporta.

Según datos de la Asociación de Vehículos de Pasajeros de China, en 2023 vendió al extranjero 5.2 millones de vehículos, para relegar a Japón a la segunda posición, con 4.3 millones de unidades.

El ascenso ha sido vertiginoso, toda vez que, en 2020 –año del inicio de la pandemia de covid– apenas ocupaba la décimosexta posición entre los mayores exportadores mundiales de automóviles, lejos de los líderes tradicionales: Japón, Alemania y Estados Unidos.

Shanghái, ubicada en la costa central de China, con alrededor de 26 millones de habitantes, se ha convertido en un núcleo financiero global. Su panorama urbano es una mezcla entre comunismo y capitalismo, una parte conformada por edificios de la época colonial y del otro lado del río Huangpu el distrito financiero de Pudong, cuyo perfil futurista alberga en sus edificios a las 500 empresas más poderosas del mundo.

Esa zona, cuenta Tonny, un guía turístico chino (la población suele adoptar nombres occidentales para facilitar su integración con los extranjeros), hace algunas décadas eran miles de kilómetros de campo destinado al cultivo de granos; sin embargo, sus tierras fueron compradas por el gobierno para desarrollar un modelo económico diferente, dando entrada a las primeras empresas extranjeras.

Shanghái, según observa un grupo de periodistas invitados por la armadora china SAIC Motors con motivo de la celebración de los 100 años de la marca MG Motors, es la punta de lanza de una nueva revolución automotor, impulsada primeramente en Estados Unidos por la innovación de Tesla en autos eléctricos y autónomos, pero llevada más allá por varias decenas de firmas chinas enfocadas en fabricar unidades a precios accesibles y llenos de tecnología.

Impulso a autos eléctricos

A finales del año pasado, el presidente de China, Xi Jinping, presentó una propuesta para ayudar a los hogares y las empresas a mejorar la maquinaria vieja que consume más energía o emite más contaminación. Dicho programa abarca desde industrias pesadas, como petroquímica y siderúrgica, hasta incentivos a la población para que desechen lavadoras, refrigeradores y autos viejos.

En el caso de esta ciudad, cuenta Tonny, el gobierno puso en práctica fuertes incentivos para que la población sustituya sus autos de gasolina o diésel por eléctricos.

Explicó que ante la densidad de la población el gobierno de Shanghái sólo emite 6 mil placas nuevas para autos, las cuales son entregadas por medio de un sorteo; sin embargo, éstas tienen un costo de 20 mil dólares, es decir, prácticamente el mismo costo de un vehículo. No obstante, si el coche es eléctrico, el gobierno regala la placa.

Lo anterior, se ve reflejado en las calles de la ciudad, pues más de la mitad de los autos que circulan llevan placa verde, indicativo de que se trata de un auto eléctrico.

Datos del gobierno indican que en China se comercializaron 8.1 millones de autos eléctricos en 2023, lo que representa más de la mitad de los 14 millones de vehículos de este tipo que según BloombergNEF se vendieron en todo el mundo el año pasado.

Los números del gigante asiático son resultado de su amplia oferta. Según datos oficiales, hasta el cierre de marzo de 2024 se comercializan un total de 168 diferentes modelos de vehículos eléctricos, cuyas ventas están encabezadas por modelos de Build Your Dreams (BYD), la compañía china que ha destronado a Tesla como la mayor vendedora de autos no impulsados por gasolina en ese país.

En el cuarto trimestre de 2023 Tesla informó que entregó 484 mil 507 coches eléctricos, mientras que BYD registró 526 mil 409 unidades.

EU busca detener la expansión china

La fuerte expansión de la industria automotriz china, tanto de modelos eléctricos, como híbridos y de gasolina ha despertado alertas en el gobierno de Estados Unidos, que recientemente abrió una investigación para determinar si las importaciones de vehículos de países preocupantes como China plantean riesgos para la seguridad nacional.

Ruta peligrosa: Dussel

En México, SAIC Motors, anunció desde Shanghái su interés de expandirse en el país, primero con la incursión en el segmento de lujo con su marca IM, para posteriormente introducir al país autobuses eléctricos de la marca Sunwin.

Entre los planes de la séptima armadora más grande del mundo que ya comercializa en el país a su marca MG, está convertir a México en un hub o centro logístico para exportar a países de América Latina, e incursionar en el mercado de paneles solares.

A mediano plazo, varias empresas automotrices han expresado su interés de establecer fábricas en el país con miras a exportar a EU, lo que de acuerdo con Enrique Dussel Peters, coordinador del Centro de Estudios China-México de la Universidad Nacional Autónoma de México, puede no terminar bien para México, dado que la realidad es que el país no tiene una estrategia para controlar esta relación triangular, por lo que se debe tener cuidado de no terminar atrapado en medio de dos superpotencias.

La llegada de empresas chinas en el ramo automotor puede resultar benéfica en términos económicos para México, pero es bastante peligrosa para la relación con EU, advirtió.

La semana pasada la agencia Reuters reveló que el gobierno de México, bajo presión de Estados Unidos, descartó ofrecer incentivos a las fabricantes de automóviles de origen chino, como terrenos públicos de bajo costo o menores de impuestos, para la inversión en la producción de vehículos eléctricos.

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