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Cultura

Llega a Arkansas una revisión profunda de la obra del muralista

Por: Por: Merry MacMasters/ La Jornada

 La bordadora, 1928.Foto cortesía del Museo de Arte Estadunidense Crystal Bridges

Por: Merry MacMasters/ La Jornada

Después de su estancia en el Museo de Arte Moderno de San Francisco (SFMOMA, por sus siglas en inglés), donde fue vista por 250 mil personas, la exposición Diego Rivera’s America (La América de Diego Rivera) se exhibe actualmente en el Museo de Arte Estadunidense Crystal Bridges, en Bentonville, Arkansas.

Integrada por más de 130 pinturas de caballete, murales y dibujos de Rivera, se trata de la primera revisión profunda de su obra a escala internacional en más de dos décadas, señaló el curador huésped James Oles. La muestra se centra en el periodo comprendido entre los años 20 del siglo pasado y el término de la Segunda Guerra Mundial, momento en que el muralista estaba en el proceso de concebir una nueva visión de América del Norte basada en sus viajes por México y Estados Unidos.

La exhibición se inicia con el regreso de Rivera (1886-1957) a México en 1921, después de una estancia europea; continúa con su arribo a la fama mundial gracias, en gran parte, a sus pinturas de realismo social enfocadas en la cultura tradicional de su país y la clase trabajadora. Sigue con sus viajes a San Francisco en 1930-31 y 1940, y concluye con obras hechas al principio de la guerra fría.

El punto máximo de la exposición en el SFMOMA fue la incorporación del mural The Marriage of the Artistic Expression of the North and of the South on this Continent (Unión de la expresión artística del norte y sur de este continente), de 1940, conocido como Pan American Unity (Unidad panamericana), última obra muralística de Rivera en Estados Unidos.

¿Cómo fue posible la inclusión en la muestra de un mural de 22.5 metros de largo y 6.7 de alto, con un peso de más de 30 toneladas que, además, se encontraba de forma permanente en otro sitio?

En primer lugar, porque Rivera lo pintó sobre 10 paneles de cemento enmarcados con acero, divididos en cinco secciones, y no sobre la pared. Lo realizó originalmente para la Exposición Internacional Golden Gate en Isla del Tesoro. Incluso, lo ejecutó arriba de un andamio, en un hangar de Pan Am, ante un público en vivo.

Terminada la feria, el mural fue embodegado y dos décadas después instalado en el vestíbulo del teatro del City College de San Francisco, que lo había comisionado. Su participación en la exposición del SFMOMA se debió a la construcción –aún en proceso– de un nuevo centro para las artes escénicas; el teatro llevará el nombre de Rivera.

Intervención de la UNAM

El traslado se estudió e investigó a lo largo de cuatro años debido a la delgadez y fragilidad de su capa pictórica. Incluyó la participación de especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Aunque la exposición concluyó en el SFMOMA, Unidad panamericana ha permanecido en el museo y estará en exhibición hasta marzo de 2024.

El mural representa un pasado, presente y futuro que para Rivera se compartían en toda América del Norte. También se trata de una llamada en favor de la solidaridad y el intercambio cultural en tiempos de un conflicto global.

La historia del SFMOMA con Rivera comprende 17 exposiciones individuales y colectivas. Su cuadro El cargador de flores fue una de las primeras pinturas en entrar a la colección en 1935, regalo de uno de sus consejeros fundadores. La colección del museo consta de 76 obras del artista, entre pinturas, dibujos y bosquejos.

La exposición Diego Rivera’s America permanecerá hasta el 31 de julio en el Museo de Arte Estadunidense Crystal Bridges, en Bentonville, Arkansas.

Está disponible un libro homónimo publicado por la University of California Press.

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