Comer carne de pollo y aves de corral es seguro; la gripe aviar no afecta al humano
Playas de Rosarito, 7 de noviembre.- Comer carne de pollo o de cualquier ave de corral (pavos, patos, etc.) es seguro para las personas porque la gripe que las afecta -con la cepa H5N1, y que ya llegó a Baja California- no se transmite por dicha vía, más si se cocina perfectamente y se toman medidas como lavarse las manos, explicó la médica veterinaria Ana Téllez, coordinadora estatal de la Comisión México-Estados Unidos para la prevención de la fiebre aftosa y otras enfermedades exóticas de los animales.
La funcionaria adscrita a Secretaría Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) recomendó no comer las vísceras de algún ave con sospecha de que pudo estar contagiada con gripe aviar, pero llamó a no caer en pánico o satanizar la carne de pollo ahora que hay alerta por la gripe, que ya obligó al sacrificio de 150 gallinas y aves que convivían en las áreas terrestres del Parque Morelos.
Durante una charla informativa con criadores de gallos para combate, Téavellez Pérez recordó que la cepa H5N1 empezó en Canadá el año pasado y 11 meses después ya estaba en California y Arizona, sin posibilidades de detenerla porque la llevan por todo el continente las aves migratorias -que son más resistentes que los animales de corral-.
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Recomendó a quienes tienen aves por mascotas tomar precauciones porque los periquitos, las palomas, los gallos y las gallinas se pueden contagiar si llegan a tener contacto con algún ave migratoria infectada; “hay que tapar el alimento que se da en casa a las aves y lavar con agua y jabón bebederos y todo el equipo que se usa en las mascotas, además de llevarlas al veterinario a revisión porque no hay todavía una vacuna y es muy contagiosa.
Desde 2010 Baja California estaba libre de gripe aviar, sin embargo además del brote en el parque Morelos de Tijuana -que está cerrado desde el pasado 1 de noviembre-, hubo mortandad de aves silvestres en la isla de Guadalupe, y en El Sauzal, en Ensenada.
Como la reunión fue básicamente con criadores de gallos de combate, -aunque llegaron algunas señoras con pequeñas unidades de producción de carne de pollo- la recomendación a los productores es tampoco aceptar botas, bebederos, overoles provenientes de Estados Unidos “por muy barato que se los vendan”.
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Les explicó cuáles son los signos de la enfermedad: coloración rojiza en las patas, diarrea, moco, plumas erizadas, cresta amoratada y se ponen “tristes”. Otra de las recomendaciones fue usar mallas pajareras, usar tapetes sanitarios, si compran animales someterlos a cuarentena antes de mezclarlos con los que ya tengan y tener un manejo responsable de los antibióticos, entre otras medidas para enfrentar la enfermedad.
Los criadores de gallos se quejaron de que cada prueba PCR les cuesta 800 pesos y que en este momento mover un animal tiene un costo extra de mil 500 pesos porque deben ir con un médico veterinario certificado, que cobra también sus honorarios.
