Propone diputada en BC destinar impuestos de apuestas a tratar adicciones
Mexicali, 21 de octubre.- La diputada Claudia Agatón presentó una iniciativa de reforma al artículo 156-8 de la Ley de Hacienda Estatal, para que el cien por ciento del Impuesto a las Erogaciones en Juegos con Apuestas sean destinados al tratamiento y prevención de las adicciones.
Mediante un comunicado de prensa, se detalló que la reforma propuesta busca que las personas que padecen adicciones se puedan atender de forma gratuita en centros para el tratamiento y prevención de drogas y alcoholismo que estén dentro del padrón a cargo de la Secretaría de Salud.
La diputada Claudia Agatón aclaró que esta iniciativa no busca incrementar o crear un nuevo impuesto a los juegos y apuestas, sino que busca que el ingreso recaudado de dichas actividades pueda servir para tratar y prevenir las adicciones.
Claudia Agatón especificó que las actividades contempladas en la reforma son todo tipo de loterías, rifas, sorteos, y concursos -incluyendo las apuestas permitidas-, así como la que se presenta en establecimientos o agencias en donde se apuesten carreras de caballos, galgos o cualquier otro tipo de evento,
Centros para el tratamiento de adicciones
En cuanto a los requisitos y obligaciones que deberán cumplir los centros para el tratamiento de adicciones, la diputada explicó que necesariamente tendrán que contar con una infraestructura adecuada para albergar de manera digna los usuarios, y espacios adecuados para un equipo multidisciplinario de profesionales de la salud mental y adicciones.
Señaló que existe una enorme cantidad de personas que no acuden a un tratamiento, debido al estigma y a la presión social y familiar con el que viven las personas usuarias de drogas y alcohol, o de aquellas que mueren en las calles, sin tener nunca la oportunidad de llevar un tratamiento para sus adicciones.
“Definitivamente -dijo- nos encontramos frente a un grave problema de salud y socialmente estigmatizado, por lo que es muy probable que la información que arrojan las encuestas esté subestimada, y quizá resulten aún más alarmantes las cifras subyacentes que no aparecen en censos ni encuesta alguna”, indicó.