Baja California

Mexicanos en pobreza extrema acuden a vivir al campamento El Chaparral

Por: Ana Lilia Ramírez

Tijuana, 7 de diciembre 2021.- Desde hace cinco meses, la señora Martha Moreno Herrera, de 30 años y su hijo de 3 años, viven en una casita de acampar en el campamento El Chaparral de Tijuana, esta pequeña familia chiapaneca vive en pobreza extrema y este lugar es su única opción de hogar en la ciudad, tras lo costoso de una vivienda y la vida no les permite rentar.

Las rentas aquí en Tijuana son muy caras, la verdad, apenas tengo para la comida de mi hijo y no encuentro trabajo”, manifestó.

Martha Moreno huyó de su natal Chiapas, dice que tras despojarlos de unas tierras y asesinaran a su hermano, prefirió viajar a Tijuana, amenazada de muerte.

“Me mataron a mi hermano y fueron a la casa a amenizarnos, me salí de ahí (Chiapas) porque tengo miedo de que me maten a mí y a mi hijo”, detalló.

Llegó con 4 mil pesos, en camión a la Central Camionera de Tijuana, sólo le alcanzó para sobrevivir una semana, al no tener dinero para el pago de renta, decidió llegar de manera provisional al campamento El Chaparral, pero de eso ya pasaron 5 meses y no ha podido levantarse económicamente, para buscar una alternativa de vivienda.

“Que primero chequen qué problemas tenemos, porque muchos nos venimos porque tenemos problemas de inseguridad. Hay muchos que hacen algo (ilegal) y vienen huyendo, pero somos muchos los que tenemos problemas, nos quitaron nuestras tierras, por ejemplo, a mí me mataron a mi hermano y ya no tengo familia, ya solo me queda mi hijo de 3 años y tengo que buscarle, busco trabajo, pero no tengo quien me cuide mi hijo”, explicó.

Al igual que Martha que vive en una casa de acampar, decenas de familias en el campamento El Chaparral, se ha convertido en su única opción de vivienda. Viven en pobreza extrema, aunque quieren cruzar a Estados Unidos, no tienen idea de cómo pedir asilo político.

Señala Martha que, al no tener trabajo, reciben al menos una comida al día y reciben donaciones, en ningún lugar podría sobrevivir sin un trabajo e ingresos económicos.

“En la mañana vienen a darnos unos hermanos comida, vienen todos los días a las ocho de la mañana y nos dan desayuno y en la comida, pues si Dios nos bendice, vienen algunas personas en la tarde o en la noche”, comenta.

Dice que los días son difíciles, porque el frío es cada vez más intenso y se complica con las lluvias de invierno, pues no están acostumbrados, en su natal Chiapas es un clima más cálido.

Lo que más ocupo es una chamarra para mi hijo, porque empezó el frío y no tenemos, venimos de Chiapas y aquí hace más frío, no tenemos para taparnos porque pasamos mucho frío”.

Son decenas las familias mexicanas que viven en pobreza extrema, la mayoría son migrantes, víctimas de desplazamiento forzado por la inseguridad del sur del país, que solo el campamento del El Chaparral les ha dado un hogar temporal para seguir adelante.

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