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Baja California

Del surco al campo de Cempasúchil; ser jornalero en Baja California

Por: Ana Lilia Ramírez

Playas de Rosarito, 31 de octubre. Para que el cempasúchil llegue a los puestos de flores y después a las mesas y ofrendas, es necesario un recorrido que empieza con el trabajo de campesinos que remueven la tierra -para plantar la semilla-en el mes de agosto, hasta el corte de la Flor de Muertos a finales de octubre.

A Laura Carreño no le gusta que le tomen fotos mientras acomoda el tallo de las flores recién cortadas. Pero sin problema platica que no consiguió trabajo en la pisca, en Ensenada, y que su actividad de estos días es cortar la emblemática flor, para lo cual todos los días se traslada varios kilómetros para estar temprano en los campos de Rosarito.

“Ahorita es el corte de flor, pero otras veces hemos venido para el corte de ejote, de tomate o corte de otra flor, como la flor de perrito; estoy desde las 6 de la mañana y hasta las 2 de la tarde, ahorita con lo de la flor de cempasúchil me pagan horas extras, son 350 (pesos), pero nos pagan las horas extras y me llevo entre 400 o 450 pesos por día”.

Los cortadores, todos, se trasladan desde el poblado de Maneadero, en Ensenada y tardan una hora de camino para llegar a los campos de cultivo en El Descanso, Playas de Rosarito.

Francisco dice que a él sí le tomen fotos, pero no levanta la cabeza cuando lo enfoca la cámara. Maneadero en una de las colonias formadas por jornaleros agrícolas en las márgenes de la transpeninsular, pero nació en Puebla, «adelante» de Tehuacán. “Me levanto desde las tres de la mañana, muy temprano para dejar comida para mis 4 hijos, ellos están muy chiquitos para traérmelos».

El transporte sale como a las 04:50 de la mañana para llegar a las seis aquí. Por una jornada hasta las 2 de la tarde me pagan 350 pesos”, cuenta Laura. Ella tiene 28 años, es madre de 4 niños, es una jornalera campesina que se dedica a la pisca de hortalizas, verduras, pero estos días trabaja en el corte de cempasúchil.

Cuando termine la cosecha, el 2 de noviembre, tendrá que buscar otro campo. Dice que como no hay trabajo en Ensenada buscará en campos agrícolas más alejados, donde los contraten por día. “Vienen dos paneles, vienen dos cuadrillas, somos arriba de 30 personas las que llegamos aquí diario, hasta que se acabe el trabajo, yo creo que el domingo ya terminamos”.

La jornada de trabajo es larga, inician desde temprano y se puede prolongar con las horas extra hasta las seis de la tarde, pero es una actividad que prefiere realizar porque es al aire libre, no quiere estar encerrada en una maquiladora. Aquí “es pesado, pero agarras practica y te acostumbras”.

A los campos agrícolas llegan revendedores de flores. Pablo es un joven de 30 años que vino en su camioneta para llevarlas al área del Corredor 2000, al este de Tijuana, y vender ramos a revendedores; por ramo de flores al mayoreo paga 16 pesos en el campo y lo revende entre 25 o 30 pesos, “según como esté la venta”.

“Este es el segundo camión, ayer me llevé uno y lo vendí en un día. Ahorita es alta la venta, pero nomas estos días, de muertos, el 2 de noviembre se termina todo” comentó, contento, con la buena venta. Esta es una flor de temporada, dice, porque aunque es muy mexicana, “la gente solo la lleva en estos días”.

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