Integrantes del Caucus Hispano exhortan a rechazar el impuesto a las remesas
Ciudad de México, 17 de mayo.- El gravamen de 5 por ciento que se pretende imponer al envío de remesas de trabajadores indocumentados en Estados Unidos es “profundamente erróneo”, sostuvo el congresista Adriano Espaillant, presidente del Caucus Hispano de la Cámara de Representantes.
En una carta enviada al republicano Mike Johnson, presidente de esa cámara del Congreso, el legislador demócrata de origen dominicano afirmó que el impuesto a las remesas de los trabajadores “afecta desproporcionadamente a las comunidades inmigrantes, socava los lazos económicos con nuestros vecinos del hemisferio y contradice los principios mismos de libertad económica y responsabilidad personal que este organismo afirma defender”.
Así lo expresó en la misiva firmada por 24 de los 43 integrantes del grupo hispano de la Cámara de Representantes, encargada de elaborar el paquete presupuestal del gobierno.
Los legisladores firmantes se oponen al impuesto a las remesas de los trabajadores indocumentados que pretende aplicar el gobierno de Donald Trump en el paquete fiscal del próximo año.
Por ello, exhortaron al presidente de la Cámara, Mike Johnson, a rechazar ese gravamen que afectaría a unos 40 millones de trabajadores en Estados Unidos. Argumentaron que las remesas no son un lujo “frívolo”, sino recursos “vitales” para ayudar a los familiares a cubrir “sus necesidades de alimentación, ropa, educación y vivienda en países donde estas necesidades básicas suelen estar fuera de su alcance”.
Remesas
Espaillant afirmó que el impuesto a las remesas “es discriminatorio en la práctica y punitivo en sus efectos”, pues se aplicaría a trabajadores con residencia permanente y titulares de visas de no inmigrante, mientras que eximiría a los ciudadanos estadounidenses, lo que “crea un preocupante sistema de doble nivel que castiga a los inmigrantes respetuosos de la ley y trabajadores que contribuyen a nuestra economía y que a menudo desempeñan empleos esenciales en la agricultura, la atención médica, la infraestructura y la tecnología”. Agregó que esta política tensionaría las relaciones diplomáticas y económicas de Estados Unidos.
En la misiva, se señala que la región de América Latina y el Caribe (ALC) recibió más de 160 mil 900 millones de dólares en remesas el año pasado, de los cuales 65 mil cien millones de dólares se dirigieron a México, seguidos de flujos a Guatemala, República Dominicana, Colombia y El Salvador.
BID
El Banco Interamericano de Desarrollo documentó que estas transferencias crecieron 9 por ciento en 2023 y son “cruciales para la estabilidad y el desarrollo regional”. “Imponerles un impuesto federal envía un mensaje inequívoco de hostilidad tanto a los trabajadores migrantes como a nuestros vecinos del hemisferio occidental”, argumentó el ex senador y ahora Representante del distrito 13 de Nueva York.
Se refirió a la postura de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, quien ha condenado la propuesta de gravar las remesas, al calificarla de perjudicial económicamente para ambos países y de traición a los valores estadounidenses. “Tiene razón”, dijo el legislador, “un impuesto a las remesas no solo supone una carga para las familias necesitadas, sino que también socava los esfuerzos para reducir la migración irregular”.
“Cuando se detengan los flujos de dinero, la desesperación impulsará a más personas a emprender el peligroso viaje a la frontera sur de Estados Unidos”, afirmó.
En la misiva, los legisladores citan al Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha subrayado que las remesas pueden representar una parte significativa del producto interno bruto (PIB) en muchos países de ingresos bajos y medios, financiando pequeñas empresas e infraestructura donde los gobiernos no alcanzan. Al apoyar a familias y comunidades en el extranjero, estas transferencias ayudan a estabilizar economías frágiles y a reducir la dependencia de la ayuda estadounidense.
Recuerdan que países como Haití, Honduras y El Salvador reciben entre 20 y 30 por ciento de su PIB en remesas.
Interrumpir este flujo, afirman, “no solo es moralmente miope, sino también fiscalmente imprudente. Solo exacerbará aún más la migración irregular en el hemisferio occidental”.
Los legisladores afirman que la propuesta de gravar las remesas “no solo es una mala política, sino una traición a nuestra identidad como nación de inmigrantes, constructores y forjadores de puentes”.
“Les instamos encarecidamente a que rechacen esta disposición y cualquier intento de penalizar a las familias trabajadoras y respetuosas de la ley que envían una pequeña parte de sus ingresos para apoyar a sus seres queridos en el extranjero”.
“Nuestras leyes deberían fortalecer a las comunidades, no destruirlas. Este impuesto contribuye a esto último. Defendamos firmemente la libertad económica y nos opongamos a esta política regresiva y discriminatoria”, concluyeron los 24 legisladores demócratas en su petición al presidente de la Cámara de Representantes.
La carta fue compartida en su perfil de X por el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma Barragán, quien se reunió en Nueva York con Adriano Espaillant, de quien dijo, “es un gran amigo de México”.