Vacunación en la frontera, esfuerzo extraordinario para reactivar economía
El pasado 16 de junio arrancó la campaña de vacunación contra la Covid-19, para personas de 18 a 39 años de edad que habitan en los municipios fronterizos con Estados Unidos.
Se trata de una buena noticia, de un esfuerzo bilateral extraordinario que permitirá acelerar la reapertura de actividades en una de las zonas económicas más dinámicas de nuestro país.
Desde mayo de este año, en el Senado promovimos un punto de acuerdo para que la Secretaría de Relaciones Exteriores impulse el diálogo con sus homólogos en la Unión Americana, para retomar las actividades no esenciales con personas que previamente hayan recibido el biológico contra el coronavirus.
Uno de los factores que agravaron los impactos de la pandemia en la economía global fue el cierre total o parcial de las fronteras durante un largo periodo, medida sanitaria que afectó a regiones y comunidades codependientes de industrias, turismo o actividades relacionadas con el flujo internacional de personas y/o mercancías.
Con el fin de limitar la propagación del SARS-CoV-2, desde marzo de 2020, Estados Unidos pactó con Canadá y México limitar los viajes “no esenciales” a través de sus fronteras, restricción que ha perjudicado el desarrollo económico de la franja fronteriza de nuestro país.
Específicamente, el cierre de fronteras terrestres entre México y Estados Unidos provocó estragos en el comercio, así como en la integración económica de la región en general y en la manera de abordar la política migratoria entre países, situación que ya era complicada antes de la contingencia sanitaria.
Ante este escenario, México le planteó a Estados Unidos un plan para la reapertura gradual de su frontera, con base en una campaña de vacunación masiva en 39 municipios de seis estados fronterizos; con ello, se busca igualar el estándar de inmunización del país vecino y “alcanzar la normalidad lo más pronto posible”.
Desde el mes de marzo de este año, comerciantes en ambos lados de las zonas fronterizas confían que, a medida que avance la vacunación y se reduzcan las tasas de infección, se logren levantar algunas de las restricciones y se abran los cruces transfronterizos bidireccionales entre nuestro país y la Unión Americana.
Es momento de encauzar las acciones institucionales hacia un proceso de retorno a la normalidad, tanto a nivel doméstico, como en las relaciones internacionales y económicas.
El martes pasado arribó a México el cargamento con 1.3 millones de dosis de la vacuna Johnson y Johnson, enviadas por el gobierno de Estados Unidos, que se aplicarán en la frontera norte.
Reconozco el esfuerzo bilateral en materia de vacunación y aplaudo la decisión tomada por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de aplicar el biológico a la población de 18 a 39 años que vive en los municipios fronterizos, pues así avanzaremos de manera acelerada a la reapertura de las actividades en la frontera.
Senador de la República