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Opinión

No a la bacanal reeleccionista… ni las apócrifas y parasitarias pluris

Por: José Zavala Álvarez

Después de padecer el reeleccionismo durante muchos años y ser una de las causas principales para que en nuestro país se dieran convulsiones sociales que costaron cientos de miles de vidas en los tiempos de la 3T, Obrador dixit, ahora, a pesar del progresismo de la corriente política en el poder, adulterada con la admisión de incontables espurios, padecemos una bacanal reeleccionista nutrida por una metástasis con las gratuitas y parasitarias diputaciones y senadurías regaladas a través de las candidaturas por listas, plurinominaciones por las que nadie ha votado, sin ninguna legitimidad electoral, apócrifas pues, la metástasis alcanzó los poderes públicos de estados y municipios, solo se detuvo para el cargo de gobernadora/or. Es necesario decir que esa traficada reforma constitucional peñista para suprimir soezmente una de las esencias fundacionales de la Constitución General de la República, fue bienvenida por el obradorismo, sostenida por él, aún lo hace, sin embargo, hay que decir también que la inminente sucesora Claudia Sheinbaum se ha pronunciado por la reconstitución de la Constitución fijando su posición pública por la No Reelección, también lo ha hecho contra las tumorales plurinominaciones, una buena señal.

La magnitud de la bacanal reeleccionista ha sido impactante. Desde 2018, por la contraprestación que los legisladores le habían dado a Peña, en lo que en el argot legislativo llaman pago por evento, para torcer el artículo 59 de la Constitución, 434 diputados, de los 500, habrían buscado la reelección inmediata, en el plano estatal, más de 200 presidentes municipales y de 230 diputados locales se anotaron para continuar. En este año, 2024, prácticamente la totalidad, 467, de las/os diputadas/os federales, manifestaron su avidez por reelegirse, para 117 de esos sería su tercer periodo consecutivo, los otros 350 estarían buscando su segundo periodo, de las/los reeleccionistas alrededor de 190 plurinominales, de los 200 que son por esa vía, quieren sostenerse en el cargo. En la idílica cámara de la senectud, 88 senadoras/es del total de 128 se esfuerzan en repetir. El mimetismo institucional en estados y municipios permite esta borrachera reeleccionista en donde ya sin ningún escrúpulo, jóvenes y viejos, conservadores y progresistas, morados, rojos, verdes, amarillos, azules, anaranjados, rosas, violetas, de todos, codician la reelección y la gratuidad plurinominal.

Al contrario de los argumentos multipartidistas, la reelección no democratiza, sino que enquista grupos de interés, no profesionaliza, sino que anquilosa y envejece criterios y cuerpos legislativos, no compromete más al representante con la población, sino que lo aleja y esposa a los grupos de poder en las franquicias partidistas, la reelección cancela la posibilidad de ir adquiriendo una visión fresca y actualizada de la problemática y el planteamiento de alternativas novedosas y creativas. En México, la experiencia histórica es testimonio irrefutable.

Por otro lado, la institucionalidad para la participación política debe abrir nuevos canales para la intervención ciudadana en las decisiones públicas trascendentes. Los partidos políticos no pueden ser los únicos conductos para acceder a cargos de representación política o de poder público. Hoy, sin ningún recato, los directivos de los partidos se reúnen para tomar decisiones que pasan por encima de la propia soberanía del poder legislativo, una insultante partidocracia.

No reelección y proscribir las plurinominaciones deben ser propósitos centrales del Segundo Piso de la 4T, la compensación proporcional de las Cámaras debe conseguirse con las/os mejores perdedoras/es, quienes sí obtienen legitimidad electoral porque reciben votos. El posicionamiento público de Sheinbaum es consistente con estos principios.

Investigador de El Colegio de la Frontera Norte
Unidad Mexicali
jza61@gmail.com

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