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Opinión

Musa Verde | Basura Cien II/II

Por: Horacio de la Cueva

¿Cómo convertimos nuestra costumbre de tirar todo a un bote y creer que después de ese acto desaparece mágica e inocuamente en un relleno sanitario? Creamos basura en el momento que mezclamos todo lo que nos sobra, empaques de lo que consumimos o creemos que ya no nos sirve en un solo bote: productos valorizables y residuos orgánicos, de manejo especial o peligrosos. Es caro, y puede ser peligroso, separarlos una vez mezclados. La solución de crear Basura Cero también suena mágica, pero no lo es. Es un proceso de aprendizaje, disciplina y costumbre. Es más fácil aprender a separar en casa nuestros residuos para hacerlos llegar al lugar que mejor les corresponde. Se necesita que los productos que separemos estén libres de alimento y otros desperdicios para evitar atraer plagas y enfermedades infecciosas.

Debemos separar metales y aluminio de otros productos, los primeros van de seguro al reciclado y son fácilmente valorizables. El vidrio tiene gran capacidad de reciclado, puede fundirse muchas veces sin perder sus propiedades, en algunos lugares es necesario separar por color. El cartón corrugado tiene gran valor si está limpio y seco, es importante separarlo de papeles y el cartón de cajas de galletas, cereales, pastas de dientes, etc., aunque valorizables no tienen el contenido de fibras de celulosa largas que tiene el cartón corrugado.

A excepción de grasas y aceites, los residuos orgánicos—desperdicios de comida— si no están cocidos, pueden convertirse en composta para formar suelos de cultivo urbano. El café es la composta más fácil de lograr, se descompone sin ayuda y puede usarse como suelo en unos tres meses. El resto de los desperdicios de comida puede convertirse en composta si son mezclados con hojas y tallos delgados.

En algunos centros urbanos se recoge toda la materia orgánica, cocida o cruda, para llevarla a digestores, donde por procesos bacterianos es convertida en gas metano (gas natural). Aunque el metano es un gas de efecto invernadero con un efecto mayor que el CO2, puede usarse como combustible de motores menos contaminante que la gasolina. Se descompone en CO2 y agua, sin crear óxidos de nitrógeno, sulfuros y otros contaminantes. El transporte público es candidato para este combustible.

Dentro de los productos que desechamos y no he comentado quedan los más difíciles de clasificar —los plásticos, los tetrapacks, con sus propios procesos de reciclaje y comercialización, los residuos peligrosos, los de manejo especial y los no valorizables.

Estos últimos generalmente son empaques multicapa difíciles de descomponer, como los tubos de pasta de dientes, los paquetes “blister” o encapsulado de pastillas, las corcholatas (ya no hechas de corcho y lata, son aluminio y plástico) y los empaques de papas fritas y similares.

Para predicar con el ejemplo y seguir lineamientos federales, el CICESE está implementando su programa de Basura Cero. Se tiene una comisión para ejecutar y evaluar el programa. Para lograr la Basura Cero, desaparecerán los botes de basura de oficinas, aulas y laboratorios. GRIINS está diseñando las “islas” donde habrá contenedores para los diferentes residuos. Esto nos ayudará a vender a mejor precio los valorizables. GRIINS también está entrenando al personal y estudiante de CICESE a separar los residuos.

El plan de Basura Cero enfrenta un problema tamaño Basura Cien. El relleno sanitario actual no clasifica, separa y comercializa los residuos que recibe, es un lugar donde no sabemos qué queda enterrado y no podemos anticipar los lixiviados y gases que se pueden generar.
Debido a que no existe la legislación estatal necesaria, no es posible separar las baterías del resto de los residuos para manipularlas adecuadamente. Aquí existe un área de oportunidad para investigación y desarrollo para reutilizar los materiales que componen a las baterías. Para que CICESE pueda comercializar sus residuos, es necesario que las compañías que contrate tenga las licencias necesarias en orden. Pocas compañías las tienen o, si las tienen, no tienen quien trabaje, supongo que los precios de compra ofrecido no reditúan. El problema no es menor impidiendo la posibilidad de llegar a Basura Cero.

Además de impulsar a las diferentes compañías que adquieren los valorizables para venderlos fuera del municipio debemos aumentar las capacidades tecnológicas locales y crear las normas necesarias para valorizar cada vez más residuos, impulsar las economías circulares y diversificar la economía y los empleos locales.

¿Basura Cien o Basura Cero?

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