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Opinión

Balance de la jornada | Chicharito, el histrión

Por: Marlene Santos Alejo

Otra vez domina a los federativos esa ansia loca de toparse con un mesías, un salvador de la Liga Mx. Urgía lanzar un anzuelo potente que atrapara a la afición, algo que la ancle en la descafeinada Liga Mx; por eso nadie dudó en desempolvar a aquel que hizo soñar hace 14 años… ¡Y ahí viene!, con una rodilla deshecha, pero con un montón de sueños chingones. El principal, el suyo: participar en el Mundial 2026. Cierto, llegaría de 38 años, pero si hay sitio para el guardameta Memo Ochoa, que a la sazón tendrá 40, ¿por qué no para Javier Chicharito Hernández.

Anotó un gol en sus últimos 12 partidos y ganó más de 5 millones de dólares el año pasado, convalece de una operación en la rodilla derecha, la cual fue reconstruida, pero Amaury Vergara está consciente de todo eso, y si se ultiman los detalles finales del contrato, de inmediato las Chivas acapararán reflectores. También tendrá un inspirador entre los más jóvenes, merced a su paso por el Manchester United, West Ham, Real Madrid, Sevilla, Bayer Leverkusen, Galaxy… Es un fuera de serie, aunque nunca alcanzó el alto vuelo de Hugo Sánchez y Rafael Márquez.

El rasgo más cómico-patético de Hernández apareció desde que adoptó como gurú o life coach a Diego Dreyfus. A partir de entonces, su personalidad dio un giro brusco y quien lo mira en los videos que sube a sus redes sociales no sabe si reír a carcajadas o imitarlo abriendo los ojos como platos, pues resulta tan marcada su gesticulación que ronda lo grotesco. Puede ser que alguno de sus razonamientos e ideas tengan sentido común, pero no transmite sinceridad, naturalidad. Ese Chicharito que pulula en las vías cibernéticas se ve exagerado, falso, artificial.

Al observarlo en ese rol, se entiende el divorcio que tuvo con el plantel tricolor en la etapa de Martino. Resulta chocante su hablar tan divo, tan histrión. Hizo corto circuito con otros europeos, como Andrés Guardado y Ochoa, quienes también tienen una trayectoria importante y no estaban para soportar sus poses e incongruencias, pues por un lado se quiso erigir en líder para negociar premios y, por otro, no tuvo valor civil para admitir aquella indisciplina que derivó en el despido de un modesto empleado de nombre Andrés Mateos.

Para su fortuna, el Tri anduvo pésimo en Qatar y todo mundo lo echó de menos, porque Javier es el máximo goleador con la playera verde, con 52 dianas, y Martino lo privó de poder aumentar sus números al marginarlo a partir de septiembre de 2019… Desde que llegó al timón Jaime Lozano, Hernández no se cansa de lanzar elogios a la selección, es obvio su afán. Bueno, primero que demuestre en el Guadalajara, y aunque sea como robocop junto a JJ Macías (otro de rodillas rotas), haga algo por ese club, su primer amor.

América es el campeón, mientras a Chivas cada vez le cuesta más ser el contrapeso, incluso hay quienes hablan de un nuevo clásico nacional: Águilas-Tigres… Al borde de su propio reglamento, Amaury Vergara está a punto de presentar otro refuerzo: el californiano Cade Cowell, de madre mexicana. También batalla con el conflictivo Alexis Vega, quien se negó a ir a Cruz Azul porque le pusieron cláusulas disciplinarias que buena falta le hacen… Pronto quedará libre, pero tiene problemas de lesiones, de sobrepeso y de conducta.

La afición quiere un Guadalajara fuerte, producto de un trabajo serio en fuerzas básicas; sin embargo, en la pretemporada abundan los golpes mediáticos y la ola de refuerzos foráneos que inhibe el surgimiento del talento local está a todo lo que da. Cristian Chicote Calderón, ese que besaba el escudo de Chivas al anotar, hoy se hinca al llegar al nido y clama que «América es el más grande»… Gustavo Lema está para sus amigos y rescata a Rogelio Funes Mori; Monterrey es el hazmerreír, paga súper sueldo a Sergio Canales que sigue becado.

A Mario Lobo Zagallo le llovió durísimo tras la final de Francia 1998, todo Brasil daba por seguro el triunfo ante los galos, y el inesperado revés trastornó a cual más. Los reporteros de su país exigían explicaciones de la peor forma –con gritos y manotazos al aire– acerca de la táctica, los cambios, el colapso de Ronaldo; parecían a punto de zarandearlo. Él estaba tenso, intimidado ante tanta agresividad, el rostro y los ojos enrojecidos, las manos le temblaban… Amargo trago aquel… El tiempo lo devolvió a su lugar, hoy descansa en el Olimpo.

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