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Opinión

American curios

Por: David Brooks

La lucha antifascista en Estados Unidos se expresa en varios frentes contra una cada vez más extrema ofensiva derechista –encabezada a nivel nacional por el golpista Trump– que sigue poniendo en riesgo lo que queda de esta democracia.

Ese ataque derechista no cesa contra los procesos democráticos, incluyendo el sistema judicial, todo adversario político y los medios por Trump y sus aliados, calificándolos de “enemigos” y “traidores” al país, mientras nutren el odio racial y antimigrante y fomentan un nacionalismo derechista contra “enemigos” extranjeros, incluyendo otra vez a México y como siempre a Cuba y cualquier otra expresión progresista dentro y fuera del país.

También se expresa en acciones cada vez más extremas como la criminalización del aborto, intentos locales y estatales sin precedente para prohibir ciertos libros en escuelas y bibliotecas, modificaciones de libros de texto en algunos estados para ocultar crímenes masivos históricos como la esclavitud y el genocidio de indígenas, más ataques oficiales contra los derechos gays, y políticas para ampliar el derecho a las armas, entre otras cosas.

La agenda política de la derecha llega a niveles tan absurdos que en lugares como Tenesi busca prohibir los espectáculos “ drag” porque son “peligrosos” para la comunidad, mientras promueve ampliar los derechos a portar armas en público sin restricciones.

Pero esta ofensiva derechista no pasa sin una resistencia tanto a nivel nacional como local, que se desarrolló durante la presidencia de Trump con algunas de las movilizaciones populares más grandes en la historia del país por los derechos civiles, contra las armas y en torno al cambio climático, y con nuevas alianzas entre sectores latinos, afroestadunidenses, indígenas y progresistas blancos, la detonación de una resucitada lucha sindical, y la elección de más políticos progresistas que nunca. Sin esto no se explica la derrota del neofascista Trump en las urnas en 2020.

Y esas batallas siguen. La derecha sufrió una serie de derrotas en varios frentes en esta última semana, una que empezó con el primer arresto por cargos criminales de un ex presidente en la historia de Estados Unidos (y se espera otras acusaciones criminales en su contra en el futuro inmediato en Georgia y posiblemente a nivel federal).

Fuerzas progresistas eligieron a un nuevo alcalde en Chicago –la tercera metrópolis más grande del país– al triunfar el sindicalista magisterial Brandon Johnson prometiendo una expansión masiva de programas de bienestar social. En Wisconsin, una jueza liberal ganó un puesto en la Suprema Corte estatal por un margen enorme de 11 puntos en un estado que los republicanos controlan, y con un mensaje pro derechos de las mujeres incluido el derecho al aborto. Ambos triunfos tienen implicaciones nacionales.

Y una maniobra extrema por derechistas en Tenesi se ha revertido en contra de ellos. Cuando la legislatura estatal controlada por republicanos derechistas decidió votar para expulsar a dos legisladores demócratas –que además son afroestadunidenses– en castigo por atreverse a expresar su apoyo dentro de la cámara a los miles de manifestantes que llegaron al Capitolio en Nashville para exigir mayor control de armas después de otro incidente más de un homicidio masivo en una primaria en el estado; ellos se convirtieron de inmediato en figuras nacionales en la batalla contra las prácticas y políticas antidemocráticas de derechistas en el país. (https://www.jornada.com.mx/2023/04/07/mundo/016n1mun).

Una de las consignas que coreaban los jóvenes dentro del capitolio en Tenesi fue: “ustedes prohíben libros, prohiben drag; los niños siguen en sus bolsas para cadáveres” (https://twitter.com/davidhogg111/status/1644031318597206016).

Son estas batallas contra fuerzas neofascistas alrededor del país las que determinarán el futuro democrático de Estados Unidos y aunque no se diga, se escucha el eco de esa vieja consigna: no pasarán.

Paul Robeson, el gran cantante y actor, revolucionario, luchador por los derechos civiles y laborales, y antifascista, nació un día como este en 1898.

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