«Presidenta con A»
Ciudad de México, 1 de octubre. «Solo lo que se nombra existe«, asegura la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, ya con la banda presidencial puesta, de cara al reto que representa ser la cabeza de Estado de 127 millones de personas. En su primer mensaje a la nación, la Presidenta de la República muchos son los puntos que resuenan, pero el Palacio Legislativo de San Lázaro retumba con estruendo cuando enfatiza «soy presidenta con A«.
Como en la toma de protesta de su antecesor, quien tuvo el encargo de entregarle la banda presidencial, fue una figura decana de la izquierda mexicana, un símbolo de aquellos hombres y mujeres que lucharon en tiempos de represión política, así como social por los valores que rodean al Movimiento de Regeneración Nacional.
En 2018 Porfirio Muñoz Ledo entregó a Andrés Manuel Lopez Obrador el símbolo presidencial por excelencia, de alguna manera un reconocimiento al entonces legislador por una larga carrera que en su mayoría existió en recintos como San Lázaro, en el debate álgido y constante de la trinchera legislativa desde donde muchos de los perfiles que hoy son referentes de la política nacional nacieron.
Este 2024 tocó el turno a la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Ifigenia Martínez Hernández, de 94 años, cuya trayectoria política marcó historia en más de una ocasión, siendo la primera mujer en ocupar diversos cargos públicos y reconocida por la propia Claudia Sheinbaum como un icono de la izquierda mexicana, por quien votó simbólicamente para la Presidencia el pasado 2 de junio.
No llego sola, llegamos todas
Horas antes de que se inicie la toma de protesta, los pasillos de San Lázaro ya están llenos, entre la prensa que se amontona para buscar los mejores lugares, los invitados y los legisladores.
A las afueras del recinto legislativo también hay cientos de personas, entre los que despiden a Andrés Manuel Lopez Obrador, quienes celebran la llegada de Claudia Sheinbaum y aquellos que están ahí para manifestarse por los fallos de la anterior administración, para exigir una mejor actuación a la entrante.
«Ustedes me van a juzgar, pero no se les olvide que a ustedes y a mí nos falta que nos juzgue la historia«. Durante su primer mensaje a la nación, la presidenta Sheinbaum recordó el discurso de Lopez Obrador ante el desafuero y aseguró que «se retira de la vida pública como un demócrata y un maderista, a luchar desde otra trinchera«.
Durante todo su discurso, la Presidenta enfatiza que «yo no llego sola, llegamos todas», y agradece a todas aquellas mujeres que jugaron un papel en la construcción del México moderno, además del reconocimiento constante a Lopez Obrador y los gobiernos emanados de su movimiento.
El futuro
«Cualquiera que diga que habrá autoritarismo, está mintiendo» asegura la Presidenta cuando habla de los 10 puntos en los que espera basar su administración, desde el combate frontal a la corrupción, seguir con programas sociales, la construcción de vivienda económica para los jóvenes, la defensa del medioambiente y la protección de las libertades, así como de los derechos humanos.
«Estoy segura de que en unos años, todas y todos estaremos convencidos de que esta reforma es lo mejor«, menciona al hablar de la reforma judicial, uno de los temas más álgidos que hereda su administración, y le promete a los trabajadores del Poder Judicial que sus derechos y sus trabajos están salvaguardados.
Anotaciones finales
El grupo de legisladoras que acompañaron a la doctora SheInbaum a entrar al recinto legislativo también lo hacen a su salida, algunas con lágrimas en los ojos, al grito de «¡Presidenta!», presidenta con «a».