Precariedad laboral en México, la más alta en dos décadas
Ciudad de México, 21 de junio.- Salarios insuficientes para solventar necesidades básicas como alimentación, educación, salud y vivienda; prestaciones laborales y protección social reducidas; además de falta de contratos escritos o contratación por tiempo definido versus indefinido, son las condiciones que actualmente mantienen la precariedad del empleo en el país en su nivel más alto en los últimos 20 años.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), al primer trimestre de este año, alrededor de 23.5 millones de trabajadores subordinados remunerados –empleo asalariado que abarca otras modalidades bajo las que se le remunera también de otras maneras (en especie)–, ganan hasta dos salarios mínimos, lo que equivale a 64.7 por ciento.
La ENOE detalla que en función de sexo hay una marcada diferencia: en el mismo periodo, 58.3 por ciento de los hombres subordinados ganaba dos o menos salarios mínimos, mientras en las mujeres el porcentaje es 67.6.
Jesús Rubio, investigador titular en El Colegio de la Frontera Norte (Colef), informó que entre las variables para medir la precariedad laboral, la más preocupante es la de los salarios, que está relacionada con la inseguridad respecto a la continuidad del vínculo con la empresa, ingresos insuficientes, la degradación de la situación del empleo y reducción en la protección social.
«Las otras, contratos, seguro médico u otras prestaciones, han disminuido; el porcentaje de personas que no tiene acceso a servicios de salud, que carece de un contrato escrito y de otras prestaciones o que posee un contrato temporal, ha disminuido», advirtió el investigador.
Más trabajo sin prestaciones, menor poder sindical
De acuerdo con la ENOE, la población trabajadora subordinada, al primer trimestre de 2021, sumaba 36.3 millones de personas. De estas, 12.1 millones, no tienen prestaciones, 2.1 millones más que en 2005.
«La seguridad social y la pérdida de seguridad social formal vienen acompañadas de la pérdida de empleo para el sector formal, y quienes laboran en el sector informal o se autoemplean carecen de protección social», detalló Diego Vázquez, director de Investigación en Oxfam México.
Otro factor que también ha ocasionado mayor precarización, es el menor poder que tienen los sindicatos, pues implica que haya menos negociaciones colectivas. De esta forma, los salarios que se consiguen son inferiores o los trabajadores no agremiados no tienen acceso a los beneficios de sus pares.
