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México

Muere el arqueólogo Rubén Cabrera, estudioso de la cultura teotihuacana

Por: Javier Salinas Cesáreo

Teotihuacán, 13 de mayo.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó del fallecimiento de Rubén Cabrera Castro, investigador emérito, uno de los más importantes arqueólogos del país y reconocido por sus aportaciones para la comprensión del desarrollo de la cultura teotihuacana.

El arqueólogo nacido en el estado de Guerrero, en el año de 1934 y quién murió la madrugada de este sábado; trabajó en diversos proyectos de arqueología de salvamento en el país, pero la llamada “Ciudad de los Dioses”, Teotihuacán, atrapó su atención y vocación. Aquí trabajó y residió las últimas décadas, en compañía de sus seres queridos.

La Coordinación Nacional de Arqueología del INAH lamentó el fallecimiento del arqueólogo y señaló que Rubén Cabrera fue director de varios proyectos, trabajó como arqueólogo en Chiapas, Guerrero, Veracruz y Michoacán.

“Fue maestro de varias generaciones en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y en la práctica formador inigualable de muchos arqueólogos. Autor de una obra escrita insuperable, fue también siempre un activo defensor del patrimonio arqueológico. Con su partida el INAH pierde a uno de los mejores arqueólogos de México. Sus compañeros le recordaremos con mucho cariño por la gran persona y el amigo que siempre fue para todos quienes lo conocimos”, difundió.

En diciembre pasado, en el Museo Nacional de Antropología, la Secretaría de Cultura, a través del INAH, rindió un homenaje a Rubén Cabrera, a propósito de la publicación de las memorias de La Ventilla, un salvamento que dirigió y permite conocer cómo funcionaban los barrios de la antigua ciudad Teotihuacana y la investigación de más largo alcance realizada en Teotihuacán.

Gran investigador

El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, condecoró al arqueólogo Rubén Cabrera Castro con una medalla, reconocimiento simbólico “a un gran investigador”.

Ese día, estuvo acompañado de Meche, su esposa, su hija, colegas, amigos y discípulos y ahí el investigador emérito del INAH recordó su ingresó a la institución, en el Departamento de Prehistoria, trabajando al lado de José Luis Lorenzo; sus andanzas en sitios de Chiapas, como Malpaso; de Yucatán y de la ribera del río Balsas, en su natal Guerrero, en tareas de salvamento arqueológico.

“Su madurez en la disciplina llegó en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, donde, bajo la dirección de Ignacio Bernal, comenzó a indagar en la Calzada de los Muertos, en 1962, y posteriormente excavaría en las pirámides de la Luna y de la Serpiente Emplumada”.

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