Matan a tiros a madre que buscaba a su hija en Puebla
Blanca Esmeralda Gallardo, de 45 años de edad y quien buscaba a su hija Betzabé Alvarado, desaparecida desde el 13 de enero de 2021, fue acribillada ayer por la mañana. La mujer había señalado a un vendedor de drogas al menudeo como presunto responsable de la ausencia de su familiar.
Colectivos de familiares de personas desaparecidas y organizaciones defensoras de derechos humanos, así como el representante en México de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), Guillermo Fernández-Maldonado, condenaron el asesinato.
La agrupación Voz de los Desaparecidos solicitó a la Fiscalía General del Estado (FGE) y a la administración estatal, encabezada por el morenista Miguel Barbosa Huerta, que garanticen los derechos y la seguridad de las víctimas.
Con el crimen de Blanca Esmeralda, de diciembre de 2010 a la fecha han sido asesinados al menos 16 buscadores de personas, según datos del Consejo Nacional Ciudadano del Sistema Nacional de Búsqueda y reportes periodísticos.
Alrededor de las seis de la mañana, Blanca Esmeralda esperaba el transporte en la lateral de la autopista México-Puebla, cerca de la unidad habitacional Villa Frontera, cuando desconocidos le asestaron siete balazos, por lo que perdió la vida de manera casi instantánea.
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En esa misma colonia fue donde se vio por última vez a Betzabé Alvarado el 13 de enero de 2021, cuando tenía 22 años.
Recientemente, Blanca Esmeralda manifestó que su hija pudo ser víctima de trata e incluso acusó a un narcomenudista.
Recordatorio de impunidad y desamparo
En su cuenta de Twitter, la FGE, encabezada por Gilberto Higuera Bernal, lamentó el asesinato; aseguró que ya se inició una investigación y ofreció esclarecer el crimen en el menor tiempo posible.
El representante en México de la ONU-DH, Guillermo Fernández-Maldonado, señaló que este homicidio, cometido casi un mes después del de Rosario Lilián, quien desde 2019 buscaba a su hijo Fernando Abixahi en Sinaloa, “es un nuevo doloroso recordatorio del alto riesgo y desprotección en que muchos familiares de personas desaparecidas se ven obligadas a realizar labores de búsqueda y exigencia de justicia”.
Por su parte, el Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia demandó “una investigación imparcial con garantías de seguridad y no repetición para quienes buscan y contribuyen en la investigación” de desapariciones.
El Movimiento por Nuestros Desaparecidos México exigió “no más impunidad”, en tanto que la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas demandó que se investigue el asesinato de Esmeralda y resaltó que el buscar a seres queridos “es un derecho. Necesitamos que las autoridades brinden las condiciones de seguridad y de justicia.”