Adiós con 100 palomas a Cristina Pacheco; en 2024 será el homenaje
Será el año próximo, en fecha aún por definir, cuando el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) rinda homenaje en el Palacio de Bellas Artes a la periodista y escritora Cristina Pacheco, fallecida la madrugada del jueves a los 82 años, anunció ayer la directora de esa dependencia, Lucina Jiménez, al acudir a las exequias de la también conductora de radio y televisión y acordarlo con sus hijas Laura Emilia y Cecilia.
«Hay que dar tiempo de que pase el duelo; el instituto es muy respetuoso del sentir de la familia, pero por supuesto que haremos un homenaje cuando la familia lo indique; lo conversamos con Laura Emilia», dijo la funcionaria, quien indicó además que la Coordinación Nacional de Literatura trabaja desde hace algunos meses en compilar el trabajo de la autora y colaboradora de La Jornada.
“Además, sabemos que de Cristina Pacheco está no sólo la crónica literaria, sino también visual de la vida cotidiana de un México que ella divulgó, desentrañó, caminó y a la que dio voz, no desde la distancia, sino desde la cercanía que propició».
“Nos gustaría hacer algo que refleje esa realidad cotidiana que se encargó de engrandecer. También trabajaremos de la mano con Canal Once y con La Jornada, su casa”, agregó Jiménez.
Cristina Pacheco fue despedida este viernes de manera cariñosa por su familia, amigos y colaboradores, y sobre todo por aquellos a quienes dio voz y presencia en la televisión mexicana durante 45 años a través de su programa Aquí nos tocó vivir, así como por los lectores de sus libros y su Mar de Historias, serie de relatos que durante 37 años ininterrumpidos publicó cada domingo en este diario.
A la agencia funeraria no llegaron las multitudes ni las grandes planas del ámbito cultural e intelectual de México. Fue más un encuentro íntimo y emotivo por el que transitaron a lo largo de las horas decenas de sus admiradores para expresarle su reconocimiento y afecto.
Por ejemplo, acudió la señora Silvia Velázquez Martínez, colombicultora de profesión o criadora de palomas de raza, a quien Cristina Pacheco entrevistó hace tres años y medio para su programa Aquí nos tocó vivir, quien le realizó un singular homenaje que consistió en soltar de manera simultánea más de 100 palomas al vuelo, acción que realizó al mediodía con la anuencia de los deudos de la periodista en el estacionamiento de la agencia funeraria.
También llegó apresurada doña Martha, «una de sus fieles televidentes desde hace muchos años», a traerle un ramo de flores «como agradecimiento»; oró unos cuantos minutos ante el féretro, se persignó y se fue con la misma celeridad. Situación similar fue la de una pareja que arribó con sus dos hijas y un arreglo floral.
Luego de montar guardia de honor ante los restos mortales de Cristina Pacheco, un señor –que no dio su nombre– pidió autorización a la familia para dirigir unas palabras: «Este es un reconocimiento a su labor como comunicadora del pueblo de México. Aquí nos toco vivir, juntos para siempre, sí, para siempre. Una pregunta, una respuesta; una historia, una vida. Soy su más ferviente admirador».
A las 14:30 horas, entre un prolongado y emotivo aplauso, el féretro fue despedido de la sala para ser conducido al crematorio, ubicado en el mismo lugar. Sobre el destino de las cenizas, Laura Emilia Pacheco precisó que aún deben decidirlo, ya que su mamá no dejó nada dispuesto: «Sólo me pidió que fuera un lugar con calor y sol, porque le gustaba mucho el sol… y donde crecieran árboles y plantas».