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Entrego “una Argentina funcionando”: Alberto Fernández

Por: Stella Calloni / La Jornada

Buenos Aires, 9 de diciembre.- El presidente saliente, Alberto Fernández, se dirigió ayer al país, con un discurso grabado en el que pasó revista a todas las áreas del Estado, con cifras y destacando lo que avanzó desde el momento en que se recuperó la democracia hace 40 años, advirtiendo especialmente que deja una Argentina en funcionamiento, sin eludir un dolor profundo «por no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza».

«En este tiempo, no hemos logrado resolver una matriz económica sólida que permita el acceso a una vida digna para todos y todas», expuso el ex mandatario, y recordó: «Ampliamos derechos, pero faltan. Pusimos la justicia social como horizonte, pero no la alcanzamos».

Se refirió a lo que se logró pesar de diversas situaciones no previstas y destacó que el próximo mandatario, Javier Milei, no tendrá que «recibir un país» que al año siguiente tiene que pagar 19 mil millones de dólares y al otro 18 mil, en alusión a la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) contraída por el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).

«Asumí el gobierno en diciembre de 2019 en una situación calamitosa del gobierno que me precedió: altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones», sostuvo, y llamó a defender los 40 años de democracia, «cada día, como nos enseñaron las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo, y todos y todas quienes nos marcaron el camino».

Alberto Fernández reconoció lo realizado por los ex presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández, al señalar que está convencido «de que hicimos política para poder transformar la patria». Mi reconocimiento a ellos. Destacó que la libertad de expresión fue absoluta, bajo su administración.

La asunción Milei, que se concretará mañana, será, dijo, un «símbolo inapelable del consenso democrático» en las pasadas décadas gracias a la «convivencia plural y el fortalecimiento de las instituciones republicanas».

Recordó que dejaba “más trabajo, infraestructura, viviendas, más industria, más universidades, más derechos para mujeres y disidencias, más ciencia y tecnología».

«Faltó para el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias, el contexto no nos acompañaron y porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente o porque no encontramos herramientas adecuadas», señaló el presidente saliente, Alberto Fernández.

No es razonable un golpe de timón

En su discurso de más de 30 minutos destacó la autonomía, el rechazo a los hegemonismos, la lucha por el multilateralismo y la unidad de América Latina. Pero también sostuvo que en este contexto no es razonable pensar en un ajuste.

Resultó inquietante la improvisación de un gabinete en el que se disputaron cargos y recambios permanente de nombres, la mayoría ajenos a La Libertad Avanza (LLA).

A horas de asumir el gobierno, Milei dispuso el nombramiento del médico Mario Russo a cargo del Ministerio de Salud, que iba a ser hasta ahora una secretaría y a Florencia Misrahi al frente de la Administración Federal de Ingresos Públicos.

La mayoría de las medidas que anunció en su inusual campaña resultaron inviables, como la dolarización o el cierre inmediato del Banco Central, entre otras. Su gabinete reúne a personajes del pasado, como el Ministro de Economía, Luis Toto Caputo, quien comprometió al país tomando una deuda a cien años y luego gestó el préstamo del FMI.

En uno de los más extraños laberintos del gabinete de Milei conviven figuras de la LLA, de la derechista Propuesta Republicana, de la Unión Cívica Radical, distanciada de la alianza con Macri y del peronismo centro derechista. Estarán juntos quienes se enfrentaron con violento proselitismo sin precedente.

El primer invitado para la ceremonia de asunción del gobierno que llegó a Buenos Aires ayer fue el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro, con una comitiva de 30 personas y tuvo una larga reunión con Milei. Se espera también a los presidentes de Ucrania, Volodymir Zelensky, y al de Chile, Gabriel Boric. La mayor cantidad de invitados son personajes de la ultraderecha.

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