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Baja California

Estigmatizadas, más de 60% de las personas con obesidad

Por: Laura Poy Solano

Especialistas del sector salud señalaron que la obesidad se puede prevenir y atender a través de acciones multidisciplinarias, así como de incentivar en las familias una alimentación más sana y reduciendo el consumo de productos ultraprocesados y bebidas azucaradas.

En el foro Intercambiando perspectivas, hablemos de obesidad, convocado por instituciones de salud, entre ellas el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), a través de su Centro de Investigación en Nutrición y Salud, Eduardo Lazcano Ponce, director del primero, destacó que a nivel global 800 millones de personas tienen obesidad. En México, indicó, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) señala que 50 millones padecen esa enfermedad crónica.

En el contexto del Día Mundial de la Obesidad, 4 de marzo, el doctor Ruy López Ridaura, titular del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), indicó que para combatir este mal, el sistema agroalimentario “es fundamental, pero debe incluir la dimensión social, de producción y consumo”.

En el auditorio del Centro Médico Nacional Siglo XXI, especialistas de varias disciplinas señalaron que el abordaje del problema como enfermedad “obliga a reconocer que se requiere una intervención multidisciplinaria, pues se estima que 30 por ciento de las personas que buscan un tratamiento para bajar de peso presentan trastornos de atracón”, indicó la doctora Claudia Unikel, experta en trastornos de la conducta alimentaria.

Verónica Vázquez Velázquez, sicóloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), destacó que también a nivel mundial se estima que 62 por ciento de quienes tienen obesidad y sobrepeso han pasado experiencias de estigma en la familia, el consultorio médico, la escuela y el trabajo.

Casi 80 por ciento ha sufrido discriminación por su peso y 60 por ciento piensa que no ha hecho lo suficiente para modificar su situación, motivo que los hace sentir culpables porque creen que “no tienen suficiente fuerza de voluntad”, afirmó

Secuelas mentales

Especialista de la Clínica de Obesidad y Trastornos de la Conducta Alimentaria del INCMNSZ, Vázquez enfatizó que ese padecimiento, además de ser factor de riesgo para otras enfermedades, daña también la salud mental y su impacto es mayor cuando hay discriminación, lo que provoca más episodios de depresión, ansiedad e incluso pensamientos o actos suicidas.

La insatisfacción corporal genera baja autoestima que se traduce en estrés crónico, agregó. “Todos estos prejuicios se van interiorizando. Las personas creen que es verdad y eso impacta en su forma de relacionarse con el mundo, en las decisiones que toman y la búsqueda de tratamiento; no quieren hablar del peso y se enojan o molestan contra quien habla del tema”, refirió.

Agregó que la terapia cognitiva-conductual ha demostrado resultados positivos para, como parte de un tratamiento integral que incluye plan de alimentación, actividad física y de ser necesario medicamentos y en algunos casos, cirugía bariátrica.

En tanto, Lesly Véjar, del Centro de investigación en Nutrición y Salud del INSP, explicó que las causas del exceso de grasa corporal están ligadas a determinantes socioeconómicos y comerciales, así como a factores genéticos, hormonales y fisiológicos.

A esto se suma el entorno alimentario al que estamos expuestos en nuestras escuelas, trabajos y donde realizamos actividades cotidianas.

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