Francisco Toledo, una idea de cultura política que no abunda
Ciudad de México, 13 de octubre.- La exposición Lu’Biaani. Francisco Toledo y la fotografía abre al público este viernes 15 en el Colegio de San Ildefonso para celebrar los 25 años del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), institución fundada por el artista en Oaxaca. Se trata de un recorrido por el gusto fotográfico de Toledo y cómo, a través del CFMAB, propició un movimiento entre las generaciones venideras. Comprende 400 obras, entre imágenes, documentos, piezas artísticas e instalaciones.
Francisco Toledo (1940-2019) es el artista que más ha influido en la fotografía en México, hecho paradójico porque no fue un fotógrafo consumado, expresó Alejandro Castellanos, curador de Lu’Biaani.
«No hay nadie que haya propiciado que tantos jóvenes se adentraran en la fotografía y desarrollaran sus proyectos», continuó el investigador del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de las Artes Plásticas (Cenidiap), del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), durante un recorrido por la muestra. Toledo tuvo «una idea de cultura política que, por desgracia, no abunda en México», apuntó.
En 1966 fundó el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo
Tanto fue el interés del pintor y grabador por la foto que en 1996 fundó el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB), cuyo 25 aniversario se celebra justamente con Lu’Biaani, término que en zapoteco significa «ojo de luz» o «sobre la luz«. Su acervo, aún en inventario, suma 100 mil piezas. Es una de las colecciones más relevantes, no solo en México, sino en América Latina, consideró Castellanos.
Abarca una amplia gama de fotógrafos, desde personas como Graciela Iturbide, quien lo acompañó y retrató durante décadas, hasta representantes de las nuevas generaciones. Participan figuras como Manuel y Lola Álvarez Bravo, Henri Cartier-Bresson, Edward Weston, Sebastiao Salgado, Joseph Koudelka, Juan Rulfo, Rafael Doníz y Guillermo Kahlo.
Fue en el CFMAB donde los interesados pudieron tomar talleres y ver exposiciones de otros fotógrafos. Al abrirse, en 2006, el Centro de las Artes de San Agustín Etla, ya se ofrecían seminarios de fotografía de más largo plazo, en un movimiento fotográfico que ya no estaba en el centro del país, sino también en Guerrero y Veracruz.
El sentido de la exhibición, dividida en ocho núcleos, es mostrar los orígenes del interés que hicieron que Toledo impulsara lo que acabaría siendo un movimiento fotográfico en Oaxaca, hasta el resultado tangible en los expositores cuyo trabajo se incluye al final del recorrido.
La incursión del activista y gestor cultural en la fotografía también se relaciona con la creación del CFMAB, que Castellanos ubica en los años 90. Lu’Bianni incluye alrededor de 30 piezas que Toledo tomó con cámara analógica o intervino. «Llama la atención cómo se acercó a la fotografía», señaló el curador.
«Hay un apartado con, hasta donde tengo entendido, obra inédita. Comprende piezas que el maestro mandaba hacer a partir de una imagen que le llamaba la atención. Me sorprendió su manera tan lúdica y abierta de trabajar con las fotografías. Estas originalmente provienen de revistas que recibía para seleccionar los libros para sus bibliotecas. Aquí se ve su manera de acercarse a la fotografía jugando, ya que pedía hacer copias grandes de imágenes pequeñas, que luego intervenía».
Incluidas en la muestra están ejemplos de sus fotos polaroid y dos piezas de su serie La sombra del deseo, imágenes que intervino a partir de revistas porno.
En la sala dedicada al coleccionismo, la artista Laureana Toledo ha hecho una instalación con imágenes pertenecientes a una parte del acervo que fue reunida y donada por el fotógrafo Roberto Donís. Son imágenes de circulación en los medios, ya sea periódicos y revistas de los años 50 o 60 del siglo pasado. Suman 70 mil piezas y son el reflejo de una época.
Sara López Ellitsgaard, presidenta de Amigos del IAGO y del CFMAB, entrevistada por La Jornada, dijo que para la asociación civil es importante que “tanto el acervo fotográfico como gráfico puedan salir y verse. Esto está dentro de la línea del maestro en el sentido de que las obras de arte y las colecciones deben estar al alcance de las personas para su disfrute, y no guardadas.
«Nos da mucho orgullo mostrar lo que el CFMAB ha hecho para que los jóvenes tengan un espacio de diálogo, un lugar dónde enseñar sus piezas e inspirarse viendo obras de otros. Ahora, pueden disfrutar de la biblioteca de fotografía, que estaba en el Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca, pero ya regresó».
La exposición se sustenta en una investigación iniciada en 2015 en el CFMAB como parte del programa Colección en Vivo, que puso en marcha Daniel Brena, entonces director. Para la investigación se contó con el apoyo del Cenidiap-Inbal, el Programa de Apoyo a la Docencia, Investigación y Difusión (Padid), el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales y la Fundación Jumex Arte Contemporáneo.
El Colegio de San Ildefonso se ubica en Justo Sierra 16, Centro Histórico. Lu’Biaani. Francisco Toledo y la fotografía permanecerá abierta hasta marzo de 2022.