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Región

Osos, víctimas del parque Chipinque y de cárteles inmobiliarios, en NL

Por: Sanjuana Martínez y Rolando Medrano / La Jornada

Miguel Ángel Gómez, veterinario experto en fauna silvestre -quien lleva varias décadas de estudiar al oso negro americano, Ursus americanus, especie en peligro de extinción-, y que analiza su principal hábitat ubicado en la reserva natural del Parque Ecológico Chipinque, responde a esa interrogante:

«El manejo de ese parque es desastroso, colocaron cestos de basura y contenedores industriales sin tapa dentro del parque. Y así empezó el problema. Desde 2019 observamos que para los visitantes era una gracia subir a Chipinque a comer (debería estar prohibido ingerir alimentos) y esperar a que vinieran los osos, cuyo olfato es muy poderoso», dice en entrevista con La Jornada.

Añade: “Los visitantes llenaban los botes de basura, echaban ahí su lonche, la envoltura, carnes frías, algún queso, mil cosas que la gente traía para comer. En vez de controlar eso, los administradores de Chipinque se dieron cuenta de que los osos eran un atractivo para los visitantes.

«Desafortunadamente eso ha desencadenado todo lo demás, incluso, la administración de Chipinque promociona el parque con una fotografía donde el oso está con medio cuerpo tratando de sacar la basura de un contenedor».

Comenzó con la pandemia

Este fenómeno comenzó en 2020, cuando llegó la pandemia de covid-19; el parque Chipinque cerró sus puertas y los plantígrados que ya se habían acostumbrado a comer desperdicios, empezaron a bajar de la montaña.

«¿Qué hicieron los osos? Empezaron a buscar basura en las casas; la gente estaba muy desconcertada, pero los osos ya estaban habituados. Nos ha tocado revisar varios que son atropellados por accidente en zona urbana y nos damos cuenta de que en sus intestinos traen envolturas de plástico, aluminio, cartón, desafortunadamente se enferman y mueren; algunos atropellados y otros por los residuos».

«Cuidar a los plantígrados es tarea urgente»

Gómez explica que «cuidar a los osos es urgente, lamentablemente tenemos unas autoridades que han resultado incompetentes, son puestos políticos y los ocupa gente que no tiene conocimientos del tema».

Subraya que plantígrados tienen una función primordial. “¿Por qué? Pues comen frutos de plantas silvestres y la semilla queda intacta, van y la defecan en otro lugar y es la manera en la que el bosque se propaga y se mantiene.

«Si desaparecen los osos va a perderse esa función. Hay semillas que, si no pasan por el tracto digestivo no van a germinar, no tienen esa capacidad, tienen que pasar por los jugos gástricos, los ácidos».

La Jornada solicitó una entrevista con los administradores del parque y se negaron. El Parque Ecológico Chipinque ABP (asociación de beneficencia privada) supuestamente es un lugar dedicado a la conservación de sus ecosistemas, pero la ausencia de protocolos para el tratamiento de la fauna silvestre ha puesto a 52 especies de flora y fauna nativa en riesgo de extinción.

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Cuenta Miguel Ángel que el dueño de Chipinque y de la colonia Olinalá era el arquitecto Luis Segura, quien se lo compró a las tres hijas del general Juan Isidro Andreu Almazán, candidato a la presidencia de la República en 1940. Luego el terreno fue expropiado por Miguel de la Madrid y se entregó a la administración del estado de Nuevo León en el tiempo en que era gobernador el priista Jorge Treviño (1985-1991).

“Después de todo esto se formó un patronato para la administración del parque, se le da una compensación económica a Luis Segura; el estado pone 60 por ciento y las empresas Vitro, Pulsar, Cemex, Cidsa, Imsa, entre otras, ponen 40 por ciento restante.

«Pero el patronato siempre lo ha encabezado Vitro, entonces empiezan a hacer el parque más elitista, a cobrar una cuota, como parque de primer mundo, cuando sabemos que se maneja como de tercer, pues hay tantas deficiencias que ni siquiera son capaces de verlas porque no tienen personal preparado para ello».

El patronato organiza eventos sociales en la meseta, donde además hay un hotel propiedad de la familia Segura: «Los hacen al aire libre en plena época de reproducción de la fauna, y se escucha el ambiente ruidoso donde están los pajaritos en los nidos, donde están los osos con sus crías. Ponen unas bocinas gigantes en la meseta, en el hotel hacen bodas, ¿cómo es posible hacer esto en una zona de conservación?».

¿Atracción o destrucción?

Los plantígrados se han convertido en una atracción de Chipinque. Los visitantes ya saben que al llevar comida, tarde o temprano aparecerá algún oso atraído por su poderoso olfato. Los videos de estos encuentros abundan en las redes sociales, mientras el parque y el hotel continúan aprovechando el incremento de la afluencia de gente, sin mayor supervisión ni sanción de las autoridades de los tres niveles.

Voracidad de desarrolladores

Para el ecologista Guillermo Martínez Berlanga, con estas malas decisiones tomadas por la administración del parque Chipinque y por el gobierno estatal se está agrediendo a los osos; además, por la voracidad de desarrolladores y constructores que han ido invadiendo la montaña:

«Los osos se han degenerado tanto genéticamente que no han querido hacer un inventario apegado a la norma internacional, porque el secreto es que no quede nada, quieren arrasar con todo. Y más con el gobernador Samuel García que no rebuzna, porque no da el tono, si no sí lo haría», reprocha.

Sostiene que la construcción de casas y edificios en la montaña ha acabado con las zonas de absorción: «cada vez que aquí llueven 10 gotas, el Chipinque se derrumba, hay inundados, hay muertos; yo he visto pasar Mercedes, Porsches, Audis, etcétera, de este tamaño, con gente adentro. ¿Por qué? Pues porque las montañas ya no aguantan el escurrimiento».

Por ello, Martínez Berlanga hace énfasis en la biodiversidad, sustentabilidad y conectividad de corredores naturales para la fauna silvestre. Asegura que los plantígrados de Nuevo León no están siendo investigados por expertos, sobre todo en el tema de endogamia: “no hay una sola autoridad que haya querido decir: ‘Mira, vamos a hacer un estudio de genética, agarramos dos o tres, los que sean representativos, vamos a mandarlos a la universidad, hacemos un estudio estrictamente de genética’.

«Si tú observas los osos que bajan, son osos frágiles, flacuchos, sin brillo en la piel, y desorientados. No puede ser que un oso de esta sierra vaya a dar a Apodaca, solo que esté perdido el olfato y este se les va porque genéticamente ya traen una tara en ese sentido, en la orientación, y en el paladar, y ya no te digo en tema de cromosomas, en temas de espermas y de genética, cada vez son más chiquitos, y entonces tienden a ser más débiles».

Sociedad y gobierno

La falta de coordinación entre instituciones y sociedad civil en este tema es muy evidente. Para Enrique Burguette, director de Pro Montaña, una organización en defensa del ecosistema, la gentrificación ha provocado también un daño importante en la zona.

“Es el llamado ‘tsunami urbano’, que está avasallando toda la flora y la fauna de la Sierra Madre, y en ese aspecto, el oso es un animal seriamente afectado. También falta el otro tema, que es el de la instrucción educativa a la población. Se necesita un programa de concientización que llegue más a fondo de las familias que viven ahí.”

Propone que el gobierno del estado cuente con consejo ciudadano vinculatorio formado por especialistas, biólogos, veterinarios, ecologistas y también por estudiosos de la tierra, de la flora y la fauna.

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Insiste en que el plantígrado local es una especie en peligro de extinción: “Hay estadísticas. Las autoridades dicen que hay una sobrepoblación de osos y los especialistas dicen que prácticamente esta especie ha desaparecido en la Sierra Madre.

«Yo creo que antes había más, hace 10, 15 años, yo veía que subían y bajaban en las calles, y en las avenidas, y ahí pasaban y como un animal más, pero a la fecha, al igual que el oso, la ardilla ha empezado a desaparecer».

La otra problemática que envuelve esta crisis ecológica y de protección a la fauna silvestre, es el agua. Pepe Múzquiz, integrante del colectivo Piensa Verde Nuevo León, señala que los «carteles inmobiliarios» han provocado una verdadera devastación en zonas supuestamente protegidas como las montañas.

Control del agua

«Por décadas han controlado la ciudad, lo que es también el famoso Consejo de Nuevo León, el Fondo Metropolitano del Agua, y son los mismos empresarios, hay varios grupos, las mismas familias, las que controlan todo políticamente».

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