En 1995, las hermanas Romero Vázquez iniciaron sus idas cotidianas a la estación de Amatlán, donde esperan el paso del tren para dar comida y agua a los migrantes que vienen de Centroamérica. Ahora ya cuentan con un albergue. Foto Alfredo Domínguez Opinión Las Patronas, 27 años de compartir Columna de Elena Poniatowska