José Agustín era muy culto porque había leído todo, su papá era aviador y le traía libros de los cinco continentes.
El llano en llamas se publicó en 1953; dos años más tarde, el Fondo de Cultura Económica lanzó Pedro Páramo, puntal de la literatura mexicana.
Actúo desde los siete años, primero en el Liceo y, luego en el Mexico City School, porque gané el estelar de "La zapatera prodigiosa".
Trabajadora incansable, sus crónicas acompañaron nuestros domingos. Muy pronto, su lema saltó a la vista. "Ni un día sin cumplir, ni un día sin dejar de trabajar"
Tobías Álvarez se formó en la Facultad de Música de la UNAM, gracias al esfuerzo de compositores que se separaron del Conservatorio.
De Xochicuautla, Ahuacatlán, Puebla llega Silvia Naves. Es muy bonita, tiene 32 años y un hijo Derek de 11 que ya va la escuela. Silvia terminó su bachillerato en el pueblo y vino a trabajar a la #CDMX de cocinera en una casa en Taxqueña
En entrevista, el senador e hijo del ex secretario de Educación Pública, habló sobre la renovación de cimientos sin una guerra civil.
"Estamos muy divididos en Estados Unidos y en México; pero podemos sembrar las semillas de paz”, cambiar nuestra forma de pensar.
En los años de Fuentes, los lectores mexicanos eran un hueso duro de roer. O eran salvajemente indiferentes o se ponían de rodillas.