A los mexicanos, un dios mayor nos regaló dos volcanes a quienes reverenciar. Desde la primera luz del amanecer hasta el último rayo de luna, nos rendimos ante su grandeza, escribe Elena Poniatowska al inicio de su ensayo Una mirada candente sobre la nieve, en el
Su eslogan "No llego sola, llegamos todas" nos asegura que ha vivido los conflictos que tenemos las mexicanas que conciliamos trabajo y familia.
"Un chavo me llevó al hospital porque yo ya no tenía mucho pulso; si en 10 o 15 minutos no hubiera llegado, ahorita no estuviera aquí".
En 1896, Porfirio Díaz, presidente de México, ordenó que se trasladara la campana usada por Hidalgo a la Ciudad de México
Dos jóvenes sacerdotes altos y guapos (uno de ellos respondía al nombre de José Mendoza) tocaron a mi puerta con una sonrisa alentadora.
Juan Ramón de la Fuente acordó con Juan Sabines, gobernador de Chiapas, apoyar a tres municipios con altos índices de analfabetismo.
"Soy un ciudadano francés y todo hombre que lo sea realmente tiene la obligación de ocuparse de la política de su país" dijo François Mauriac.
"Yo nunca voy a poder dejar de jugar; a Dios le pido no lesionarme, porque si eso pasa ya no vuelvo a jugar por mi edad".
El códice original se quedó en España, ése es el que queremos que nos devuelvan, porque el original cuenta con grabados hechos en Texcoco.
En su tesis Sobre cultura femenina, Rosario plantea: ¿qué es cultura?, y se pregunta si su acceso le ha sido negado a las mujeres.