Que un presidente se atreva a decir que las cosas han llegado a este punto es nada menos que una confesión de fracaso, ya que el primer deber de un mandatario –según ellos mismos– es garantizar la seguridad de su pueblo
Hay recursos suficientes para continuar con los programas sociales y las obras de infraestructura; y margen para limitar gastos operativos del gobierno, dijo