Sabía de su gran impacto y estaba decidido a que sus reflexiones alcanzaran a más personas, porque "no basta dejar todo sólo en libros y periódicos"
Su afán de abordar todo lo mexicano, se expresa en decenas de libros e innumerables textos dispersos, que cobran vida al repaso de cada nuevo lector
Amigos y colaboradores recuerdan al hombre que amaba a los gatos, tenía una memoria infalible y un humor mordaz, una figura señera y referencial en la vida cultural mexicana
Después de José Emilio Pacheco, Carlos Monsiváis viajó a Inglaterra para ocupar la cátedra que el primero dejó vacía. En esa época nos escribimos con frecuencia y guardé todas sus misivas con devoción. Carlos se fue, pero se mantuvo totalmente atento a lo que nos sucedía en México, y creo que a todos nos enriquece saber lo que él pensaba desde lejos
Además de la cotidiana lectura de la Biblia en la versión traducida por Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera, el infante Monsiváis asimiló bien la tradición protestante de cantar himnos