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Región

Sufren escasez de agua 400 mil habitantes de Zacatecas

Por: Alfredo Valadez Rodríguez / La Jornada

Zacatecas, Zac., 26 de junio.- Más de 400 mil habitantes de esta capital y su zona conurbada padecen desabasto de agua potable debido al abatimiento de los mantos freáticos y las sequías recurrentes, informó David Octavio García Flores, titular de la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz). Destacó que sólo en el último lustro se secaron 12 de los 77 pozos con los que se abastece a la población.

En entrevista, el funcionario explicó que la Jiapaz distribuye desde 1986 el recurso a los municipios de Zacatecas, Guadalupe, Morelos y Vetagrande.

“Cuando comenzó a operar, el sistema funcionaba con un caudal de 965 litros de agua por segundo para una población de 200 mil habitantes. En la actualidad el volumen disminuyó 860 litros por segundo, y sigue a la baja, pues el nivel freático mengua; en 1986 todos los pozos operaban a una profundidad promedio de 200 metros y ahora se encuentran por debajo de 450 metros”, señaló.

García Flores detalló que los tandeos –es decir, la restricción programada del servicio de agua potable a los usuarios, por horas o días–, comenzaron en 2010 y paulatinamente se pasó de la disponibilidad diaria de líquido, a sólo tres días de suministro a la semana.

El problema se agravó a partir de 2016, cuando comenzaron a “perderse” pozos, en un corto periodo de tiempo. A consecuencia de ello, puntualizó el titular de la Jiapaz, de las 900 colonias y fraccionamientos que existen en la zona conurbada, hay un “área crítica” integrada por 127 de éstas, que es la parte donde se unen las ciudades de Zacatecas y Guadalupe.

Colonias tienen el recurso una vez por semana

“Son colonias que tienen agua una sola vez por semana, entre 6 a 24 horas, según su ubicación. Antes, en 2016, éstas tenían agua tres días a la semana, era un tandeo muy aceptable. Pero esa área crítica, ahora recibe un servicio más irregular”, refirió.

Aunado a lo anterior, la Jiapaz enfrenta el problema de que, aunque existen usuarios “regulares” en 650 colonias, también hay miles de personas que viven en 250 sectores o asentamientos “irregulares” que no tienen contratos y, oficialmente, no deberían contar con el suministro.

No obstante, admitió Octavio García, como el acceso al agua potable es un derecho humano, las familias de esas demarcaciones “a quienes no puedes ignorar, ni borrar con una goma, hay qué ver cómo los atiendes”, por lo que se les proporciona el recurso con camiones cisterna de la Jiapaz o privados; en otros casos, hay quienes se conectan de forma clandestina a una red cercana a sus hogares, o bien, tienen convenios con el organismo para surtirse en hidrantes públicos.

El escenario empeora porque de los 7 mil kilómetros de tuberías –líneas de conducción primarias y secundarias–, que tiene medidos la Jiapaz, 65 por ciento tienen problemas severos de obstrucciones por calcio y minerales.

“El cien por ciento del agua que Jiapaz entrega a sus usuarios es subterránea, y tenemos aquí suelos con altos contenidos de minerales, mismos que al entrar en contacto con el oxígeno y el cloro, aceleran el proceso de taponamiento. La red es obsoleta, y no nada más en Zacatecas”, recalcó el funcionario.

Aunado a ello, manifestó, está el problema de las fugas, por las cuales se pierden en la zona conurbada entre 40 y 50 por ciento de líquido; “desperdiciamos mucha agua, por la obsolescencia de los sistemas de distribución”, reiteró.

Octavio García informó que para reponer los 12 pozos que se han perdido en los últimos cinco años, hace poco se efectuaron investigaciones y trabajos de hidrogeología, con la finalidad de hacer dos nuevas perforaciones en los límites de la mancha urbana, donde se ubica el denominado arroyo De Guerreros.

“Y sí, afloró el recurso”, pero al realizarse estudios bioquímicos resultó que ésta contenía altos niveles de azufre por lo que no sirve para abastecer a los habitantes; “la gente piensa que por ser agua de pozo, ya es potable, y eso no es cierto”, dijo.

Apuestan por “revivir” obras de la presa Milpillas

Otra solución que se contempla, dijo, es “revivir” la construcción de la presa Milpillas, en el municipio de Jiménez del Teúl, distante 167 kilómetros de la capital del estado. Ésta fue anunciada en 2016 por el ex mandatario estatal Alejandro Tello Cristerna, como su “proyecto insignia”.

En septiembre de 2021, cuando el priísta dejó el gobierno, Milpillas era una obra fantasma, a pesar de los más de 95 millones de pesos que se invirtieron sólo para el proyecto ejecutivo, la compra de terrenos y el pago de servidumbres de paso por varios municipios.

El encargado de la Jiapaz admitió que “aunque hubo mal manejo” porque se suscitó un conflicto con la comunidad donde se iba a hacer el embalse, espera que el gobierno morenista de David Monreal Ávila “rescate” el plan, pues “no sería agua subterránea, sino superficial, de lluvia”, lo que evitaría el sarro y mineralización de ductos.

Apuntó que si se retoma, habrá mucho dinero de por medio para contratistas, ya que además de la presa, se requiere un acueducto de cientos de kilómetros, con tubería de acero inoxidable y al menos cuatro estaciones de rebombeo, estimados en más de 5 mil millones de pesos.

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