Construir puentes y no muros en la frontera, pide Sánchez Cordero
Tijuana, 5 de julio.- El avance en la aplicación de procesos tecnológicos reducirá a una hora trámites migratorios que tardaban «meses y meses», aseguró la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien estuvo en Tijuana para clausurar la supervisión y evaluación de las 32 oficinas de representación del Instituto Nacional de Migración (INM).
Pidió construir puentes y no muros, en atención a que «somos un país receptor de personas migrantes, pero con tradiciones arraigadas de refugio y asilo y también queremos continuar con esta vocación liberal de respetar y proteger los derechos humanos de todas y todos los migrantes».
En el evento, que encabezó con el gobernador Jaime Bonilla Valdez y el comisionado del INM, Francisco Garduño Yáñez, la funcionaria federal destacó que con el avance de la tecnología se eliminaron los intermediarios y «los coyotes», dijo al disculparse por la expresión.
Durante 2021 suman 253 mil 889 personas extranjeras que utilizaron el servicio automatizado de pago de derechos migratorios a través del sistema denominado pin pad que evita pagos en efectivo, utilizando 71 módulos aéreos, 34 marítimos y 52 terrestres, quienes llegan o salen del país pueden hacer uso de tarjetas de débito o crédito.
Sánchez Cordero aseguró que el personal del Instituto Nacional de Migración trabaja con respeto a los derechos humanos bajo la premisa de «mantener una migración segura, ordenada y regular en total apego a los derechos humanos».
No hay sueño americano, es pesadilla gringa
Por su cuenta, el gobernador Jaime Bonilla Valdez ratificó que Baja California es un estado santuario de migrantes donde se trata como seres humanos a quienes llegan con la intención de cruzar a Estados Unidos.
Puso como ejemplo el reciente brote de varicela que se registró en el campamento El Chaparral, donde se atendió a las personas afectadas a tiempo hasta que se controló la situación.
El mandatario bajacaliforniano calificó como «doloroso» que quienes tienen la intención de mejorar su condición de vida cruzando a Estados Unidos «terminen en casas de campaña».
Afirmó que llegan con la idea de que el presidente de Estados Unidos va a recibirlos con los brazos abiertos y con la expresión «welcome home» y con expectativa de que van por el «sueño americano» y lo que encuentran es la «pesadilla gringa» por lo que regresan a México donde se les ofrece trabajo y oportunidades.
Bonilla Valdez dijo estar en contra de que a los éxodos de migrantes se les identifique como «caravanas» y lamentó que como parte de esa movilidad muchos niños pequeños quedan detrás de sus familias, aunque en Baja California siempre se ha resuelto esa situación.