publicidad
Región

Clausura de la refinería de Cadereyta acabaría con la industria del estado: habitantes

Por: Sanjuana Martínez

Cadereyta Jiménez, 10 de marzo.- Es un tema recurrente. Los habitantes de este municipio ya lo saben: durante la época electoral, el gobernador en turno de Nuevo León solicita el cierre de la refinería de Pemex por cuestiones políticas, argumentando razones ecológicas.

Y esta vez no fue diferente. El gobernador emecista Samuel García ha confirmado la costumbre: primero, con una campaña mediática contra la planta de hidrocarburos, luego con denuncias penales y, finalmente, montando un show de supuesta clausura de la refinería.

No es la primera vez. Esta planta de Pemex que da trabajo a más de 20 mil personas y surte de gasolina al noreste del país ha sido, desde su campaña para el Senado de la República, su bandera ecológica. En su memoria guarda aquel 6 de agosto de 2020, cuando acudió a clausurar simbólicamente la planta. Los trabajadores de Pemex se lo impidieron y tuvo que salir corriendo.

El gobernador no ha regresado a la refinería por obvias razones, pero ha enviado a sus funcionarios, como a Alfonso Martínez Muñoz, secretario de Medio Ambiente quien, colocó de manera simbólica unas mantas de clausurado a la refinería, mientras ignora las 20 empresas más contaminantes ubicadas en la zona urbana como Cemex y las pedreras, Ternium, Coca-Cola, Asec, Femsa, John Deere, Iberdrola, Crisa, Sigma Alimentos, Blackhawk, Nestle, Nemak, Minorte, Prolamsa…

Y es que actualmente la zona metropolitana de Monterrey es de las más contaminadas del mundo. A pesar de ello, el gobierno no ha reubicado ni clausurado empresas, pero insiste en su campaña contra la refinería ubicada a 34 kilómetros de la capital del estado.

Contaminación

La refinería no es la principal causa de contaminación en Nuevo León, afirma Cecilia Cantú Montemayor, activista, política e hija del exalcalde Edelmiro Cantú Sada, «nuestra refinería tiene 45 años operando. ¿Qué casualidad que cada tres o seis años nos la quieran cerrar? Esto es electoral, si fuera ambientalista los estuviéramos viendo solucionado el problema, no pegando calcomanías para clausurarla, algo que ni siquiera le corresponde al estado hacer. La refinería es federal».

Hace unos días, organizó un evento con expertos en la materia, entre ellos Carlos Murillo, gerente de la refinería durante 32 años, quien señaló que 75 por ciento de la contaminación es producida por la industria y el parque vehicular.

La batalla legal del gobierno del estado contra la refinería ha puesto en alerta a sus defensores, particularmente porque de ella dependen más de 20 mil trabajadores y sus familias, además de cientos de empresarios y comerciantes.

Cierre

Su hipotético cierre colapsaría la actividad económica por falta de gasolina, diésel, turbosina, queroseno y gas, no sólo de Nuevo León, sino de Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, San Luis Potosí y Durango.

Por eso, Edelmiro González García, exalcalde de Cadereyta, con sus 85 años y su experiencia, está seguro que el cierre es imposible: «Es pura política, no pueden cerrar una fuente de trabajo, son más de 20 mil personas las que viven de esa planta«.

Y propone que primero se debe verificar de dónde viene realmente la contaminación: “En una sola colonia de Monterrey se contamina más por las empresas que la refinería de Cadereyta…, además hay medios legales a fin de arreglar la refinería y darle mantenimiento para evitar que contamine. Cerrarla no pueden”.

Procesos

Como jubilado de Pemex, Armando Manuel Palomino Donantes, de 64 años, dice conocer todo el proceso de refinar y recuerda que en 2000 hubo una restructuración de la refinería que permitió mejorar sus procesos anticontaminación, los cuales deberían ser actualizados: «Ahora todo es automatizado, por eso no hay accidentes. Estamos muy bien, aquí nadie se ha muerto de cáncer. Todo es de origen político«.

Explica que en Cadereyta existen dos clases sociales: la jimenense y la petrolera, y ambas se oponen al cierre de la refinería: «Siempre ha sido fuente de trabajo y prosperidad y gracias a la refinería se ha dado el comercio. Si la gente de Movimiento Ciudadano quiere cerrarla es por las elecciones, quieren acarrear votos».

Por su parte, Jorge Alberto Gudiño Alvarez, trabajador sindicalizado de la refinería, propone responder políticamente al acoso del gobierno estatal: «Como trabajador activo esto me afecta, nosotros seguimos laborando a pesar de que vienen y ponen sus mantas de clausurado. La solución es alejarnos de Movimiento Ciudadano y arroparnos con lo que nos dicte nuestro presidente Andrés Manuel López Obrador«.

Sentado en la plaza principal, Onorio Estrada López, habitante de este municipio, sostiene que él no ha sentido la contaminación, pero explica que las hojas de los naranjos se ponen negras: «Dicen que es por la contaminación, pero tengo 20 años viviendo aquí y siempre ha sido así. Ahora algo traen, algo político«.

Enfermedades varias

En los últimos años, el problema de la contaminación ha generado enfermedades cardiovasculares, neurológicas, respiratorias, oftalmológicas, enfermamos de la piel, de huesos y hasta cáncer, según el Boletín Epidemiológico Nacional, que indica que la conjuntivitis, el asma, la otitis media y las infecciones respiratorias han tenido incrementos anuales.

Aprovechando la sombra de los encinos, Ángel del Ángel Delgado, jubilado de Pemex, está sentado conversando con sus compañeros petroleros. Aclara que ha vivido aquí toda su vida y no ha visto la supuesta emergencia sanitaria declarada por el gobierno: «Cerrar la refinería sería imposible, dicen que por la contaminación, pero yo vivo a 2 kilómetros de la refinería y fuéramos los primeros afectados. Dicen que se enferman en Santa Catarina y San Pedro, pero los de aquí no nos enfermamos. ¿A qué se debe? ¿Porque somos petroleros o qué? La política así es«.

–¿Cómo? Si la cierran, ¿Samuel García traerá gasolina de Texas?

–Él quiere dinero, denle dinero y está feliz. Nomás le dio el Presidente para hacer lo del agua y ya no dijo nada. Ahora quiere otra feria (dinero). Eso es todo. Vinieron a clausurar por una puerta equivocada, sólo querían hacer su numerito.

En la refinería, ahora han cerrado el acceso y prohiben acercarse. Pemex solicitó al juzgado segundo en materia administrativa abrir una carpeta de investigación contra funcionarios de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León y al regidor Javier González, por la clausura ilegal, ya que viola un amparo.

Emilio Orta Aldana de Ciudad Madero y trabajador de la refinería de aquella ciudad, decidió venirse a Cadereyta para seguir vinculado con esta planta: «En lugar de hacer mas refinerías quieren cerrar ésta, deben buscar la forma de hacer cinco o seis más para que baje el petróleo. Si cierran la refinería se muere toda la industria de Nuevo León, se muere todo«.

Related Posts