Abandonadas a su suerte, 4 familias de Angola acampan en el Ceart de Mexicali
Mexicali, 20 de marzo. Cuatro familias originarias de Angola, Sudáfrica, integradas por 12 niños y 14 adultos, incluidas dos mujeres embarazadas, están varadas en Mexicali a donde las deportó el gobierno de Estados Unidos luego de mantenerlas cuatro días encerradas con frío, sin acceso a llamadas telefónicas ni derecho a usar el baño, según una de las migrantes.
Identificada como Magdalena, la mujer calificó el tiempo de detención en Estados Unidos como una «tortura psicológica»; explicó que ingresaron por Tijuana con la idea de mejorar sus condiciones de vida o reunirse con familiares que ya se encuentran en aquel país, pero los detuvo la policía estadunidense.
Este lunes ya suman cuatro noches que pernoctan en el Centro Estatal de las Artes (Ceart), donde han pasado frío y hambre y no han recibido apoyo; la migrante afirmó que tampoco tuvieron ayuda del Albergue Peregrino a donde acudieron.
Improvisaron un campamento e instalaron lechos con cartones para dormir bajo el techo de la entrada al Ceart para intentar resguardarse del clima.
Mientras Magdalena platicaba su situación y explicaba que tiene un niño de 11 meses rompió en llanto y manifestó su desesperación porque no sabe a dónde ir; muy cerca de ella, ajenos a la situación, los niños jugaban corriendo o haciendo figuras con las piedritas de grava que adornan el espacio.
Magdalena refirió que cruzaron a México por Tapachula, Chiapas, donde obtuvieron documentos para circular por el país, y de ahí recorrieron los casi 3 mil 600 kilómetros de distancia para llegar a Tijuana. Afirmó que en Angola ya no tienen familiares y decidieron emigrar para mejorar sus condiciones de vida.
Requieren apoyo con ropa, comida, dónde resguardarse y medicamentos, en particular para uno de los migrantes que padece diabetes.
Apenas el miércoles 15 de marzo una familia formada por la pareja y un niño fue rescatada de las aguas del Río Tijuana; según agentes del Instituto Nacional de Migración hacían un recorrido por el área cuando escucharon los gritos de auxilio y utilizaron una cuerda para sacar a los migrantes del cauce.