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Baja California

Tras instalación de puntos militares, familias regresan a las calles y parques públicos 

Por: Ana Lilia Ramírez

Tijuana, 27 de abril.- El Centro Comunitario Reforma II, ubicado en la colonia del mismo nombre, se convirtió en un campamento militar donde se resguardan 35 elementos de la Guardia Nacional, una de las zonas detectadas con mayor incidencia delictiva de Tijuana.

“Aquí nos da más seguridad porque no contamos con la frecuencia de la policía o ninguna caseta cerca y nos da una mayor tranquilidad, tenemos a un costado un parque, ya los niños ahora sí salen a jugar, en el mes que ellos han estado aquí no hemos tenido ningún conflicto”, señaló una mujer que vive en el lugar, quien no quiso dar su nombre por miedo a la delincuencia.

Dicen residentes que regresó la actividad social pues el parque de la colonia Reforma, a un lado del ahora cuartel, ya salen a jugar niños y adolescentes; antes de la llegada de los militares era habitado por vendedores de droga y personas con problemas de adicciones, era un lugar peligroso, hoy ya es utilizado por familias.

“Nos sentimos bien protegidos porque bajó la delincuencia, ahorita que están ellos (Guardia Nacional) aquí; está bien porque los malandros ya les dio miedo y se fueron de aquí”.

Mientras que un grupo de mujeres que no dan su nombre porque temen que aparezcan restos humanos o una cabeza fuera de sus domicilios, por apoyar la presencia militar que ha afectado a grupos criminales.

“Nosotros sí queremos que estén aquí los militares, no damos nuestros nombres porque imagínate que aparezca una cabeza en la puerta de mi casa, porque ese trabajo está afectando intereses de malandros”.

Aseguran que los asesinatos, robos de autos y a casa habitación disminuyeron desde hace un mes y medio que llegaron a su colonia.

“Bajaron los robos de casa habitación, los vecinos que están a un lado ya se sienten más tranquilos. Estamos contentos de que estén en Centros Comunitarios los de la Guardia Nacional porque siempre venían los malandros y los desvalijaban y robaban”.

Pese a que es un oficio de alto riesgo el combate a la delincuencia, los militares y elementos de la Guardia Nacional viven en precarias condiciones, pues los lugares no cuentan con regaderas, baños, drenaje y agua potable.

“Tienen carencias, por ejemplo, lavan los trastes afuera con una llave, no tienen una lavadora o un lavadero para lavar su ropa; hay una sola regadera para 35 personas, hacen fila para bañarse; hay un baño nada más y pues una pequeña cocinita es la que tienen, es como una pequeña estufa y es ahí donde entre todos se cocinan, en la noche cuando algunos salen a trabajar al parecer hasta unos se duermen sin comer”.

El Centro Comunitario Reforma II, ubicado en el número 22183 de la calle Guadalupe Díaz y Escondida, es una construcción de alrededor de 50 metros cuadrados, donde habitan hacinados 35 elementos de la Guardia Nacional, con una regadera y un baño.

Residentes realizaron donaciones con colchonetas, algunos pequeños muebles y artículos de cocina para hacer su vida más fácil, pues las fuerzas militares trajeron paz a sus comunidades y quieren que continúen en el lugar, aseguran que ya pueden dormir en las noches y ahuyentaron a vendedores de droga.

Piden a la población, empresas, a los gobiernos Federal, Estatal y Municipal, así como organismos y empresarios, solidarizarse para que tengan un mejor paso por la ciudad, pues los militares se están rotando cada tres meses.

Con el regreso a clases, algunos campamentos quedaron sin lugar

Los 4 mil elementos militares que están distribuidos en campamentos de la Guardia Nacional y el Ejército, continúan buscando lugares para acampar, comentó el general Francisco Javier Hernández Almanza, pues con el regreso a clases perdieron escuelas que eran habitadas como puntos militares donde dormían.

“Nos ha afectado en ese sentido porque se han reducido las instalaciones, sin embargo, por parte del gobierno del Estado, y de la oficina municipal no se han apoyado para darnos centros comunitarios, gimnasios y otros espacios”

Por su parte, la alcaldesa Tijuana, Monserrat Caballero Ramírez, señaló que continúa buscando espacios para los militares.

“Nosotros estamos muy en contacto con la Guardia Nacional, llegaron 200 más, tenemos que conseguir refugio para los militares y nos vamos a diversificar en centros comunitarios, pero también en unidades deportivas”.

Los 4 mil militares fueron traídos de otras entidades federativas permanecen por alrededor de 3 meses y son rotados a otros estados, pese a que están en un trabajo de alto riesgo, continúan viviendo en campamentos improvisados militares y precarias condiciones.

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