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Baja California

Él quería protección»: pasajeros cuentan lo que ocurrió en vuelo secuestrado

Por: Redacción La Jornada Baja California

Tijuana, 8 de diciembre.- El hombre que intentó obligar a la tripulación del vuelo 3041 de Volaris -que cubría la ruta El Bajío-Tijuana- llegar hasta San Diego: “ es un muchacho que venía muy asustado. Fue un incidente a causa de la situación que estamos viviendo en Guanajuato… habían secuestrando a su esposa, y tenía amenazas, busca protección, está huyendo de los malos (narcos)”, platico Jésus Torres, el pasajero que consiguió neutralizarlo y convencerlo de que debía entregarse a las autoridades mexicanas.

El vuelo debió despegar de León Guanajuato a las dos de la madrugada de este domingo, sin embargo se retraso. Cuando finalmente despegó, no llevaba más de 30 minutos en el aire cuando inició el incidente: Uno de los pasajeros tomó como rehén a una de las sobrecargos -la amenazó con un lapicero que le puso en el cuello- y la llevo hasta la parte delantera del avión.

Ahí, le dijo que debían aterrizar en San Diego y no en Tijuana. Cuando la joven le dijo que eso era imposible, el hombre amagó con abrir la puerta del aparato en pleno vuelo y saltar. Uno de los pasajeros que viajaba en la parte delantera, un mexicano que vive en Estados Unidos, intervino y lo sometió.

Habló con él -narró Juan-; “ le pedí que soltara a la aeromoza, le dije que pensara en su esposa y sus hijos. Estaba muy nervioso, estresado. Me dijo que tenía miedo porque habían secuestrado a su esposa, él quería protección, hacerse escuchar porque sentía que nadie lo protegía”.

Jesús, el pasajero que lo sometió, pidió protección para esta familia porque “vienen con miedo, huyendo”. Los pasajeros del vuelo Bajío-Tijuana, llegaron sanos y salvos al Aeropuerto Internacional de Tijuana, la tarde de este domingo 8 de diciembre, y todos coincidieron en que el trato de la aerolínea fue muy desafortunado.

“Yo creo que hice lo correcto, mi parte fue humana, velar por la seguridad de la aeromoza y de él mismo. Sentí miedo de que pudiera traer un arma por la situación que se vive en el país, pero ví que era un lapicero. Es un poquito turbia la situación que se está viviendo. Debe haber más seguridad para todos. Las aeromozas estaban asustadas. El buscaba protección, pero estaba desesperado y le puso su mano sobre el cuello a la muchacha”.

Estuvieron más de dos horas en Guadalajara, a donde se desvió la aeronave para bajar al joven agresor, y después reiniciaron su vuelo a Tijuana sin ningún apoyo, sobre lo que había pasado. Los pasajeros permanecieron en el equipo de Volaris sin recibir algún alimento hasta las 11.30 de la mañana, hora del Pacífico; 13.30 horas de la Ciudad de México, cuando finalmente aterrizo en esta frontera.

Cuando le preguntaron a Jesús, por qué se expuso a sufrir una agresión y someter al joven, dijo que fue “por el bien de todos. Él quería abrir la escotilla en pleno vuelo, se que no hubiera podido pero había una alerta muy grande en el avión, la gente se asustó también. El no quería bajar en Tijuana porque sigue siendo México. Pienso que fue un acto de desesperación. Entró en una crisis de ansiedad. Él está peleando por su vida y la de su familia. México debería darle protección”.

«Lo que yo supe por medio de él, fue que estaba huyendo del narcotráfico y buscaba protección en Estados Unidos, era de Pénjamo además viajaba con sus 2 hijos y su esposa», expresó Jesús.

Varios pasajeros dijeron al llegar a Tijuana que sintieron miedo durante el incidente, pero otros más que venían dormidos (porque habían salido muy retrasados de León) en los asientos traseros del avión y se dieron cuenta hasta que aterrizaron en Guadalajara.

Jesús Mata, 17 años: “Yo estaba asustado. Sentí miedo. Cuando escuche las razones por las que él estaba haciendo las cosas, sentí simpatía por él. nadie debería sentirse acorralado de esa manera”.

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