Votos por likes, el nuevo Nuevo León
En 2021 el pueblo de Nuevo León acudió a las urnas para decidir al gobernador que sustituyó a un mandatario tan mediático como fallido, Jaime Rodríguez, El Bronco, y al hacerlo mostró que no aprendió la lección. Los neoleoneses no diferenciaron los likes de los votos y acudieron a las urnas para en ellas poner su “me gusta” en lugar del sufragio. Gracias a esta decisión tomada desde las redes sociales hoy tienen a Samuel García de gobernador.
Poca importancia tuvo la ausencia de corrección política durante la elección de 2021 en Nuevo León. Aquella penosa escena en que Samuel exige a su aún más famosa y popular esposa, Mariana Rodríguez, cubrir su pierna durante una transmisión bajo el argumento de “me casé contigo pa’ mí, no pa’ que andes enseñando”, pasó a la anécdota sin importancia a pesar de haber sido muestra evidente de un machismo que no debería tener lugar en el gobernante de ningún lugar del mundo, menos de un estado como Nuevo León que, en un país con un grave problema de violencias contra las mujeres, ocupa a escala nacional el tercer lugar en feminicidios.
Parte del discurso que llevó a Samuel García a ganar simpatías, y con ello las elecciones, partió de acusaciones a su antecesor, El Bronco, a quien criticó por haber solicitado licencia a su cargo para contender por la Presidencia en 2018. “Las ambiciones del gobernador no pueden estar por encima de las ambiciones del estado”, “incumplió con su palabra de quedarse en Nuevo León”, “no estamos en contra de los derechos políticos de Jaime Rodríguez, pero sí en [contra de] que su intención personal se interpuso ante el interés colectivo”, escribió el entonces senador por Nuevo León en lo que ha sido su más exitosa herramienta para alcanzar sus ambiciones políticas, las redes sociales.
En 2021 Samuel aseguró que, a diferencia de El Bronco, no se distraería con los comicios de 2024 y que estaría los seis años completos del periodo para el que fue elegido. Dos años, nada más, le duró a Samuel aquella promesa que quedó en un compromiso público incumplido cuando solicitó licencia a su cargo para contender por la Presidencia en 2024.
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Aquella tomadura de pelo no le afectó en la popularidad. Durante el cortísimo periodo de su precampaña, sólo 10 días –aunque promocionó su imagen con fines electorales durante meses–, dio muestras de que alcanzaría y rebasaría en preferencias a la candidata del Prian, Xóchitl Gálvez. Por ello, y ante la señal de que el voto anti-4T no iría mayoritariamante para Xóchitl sino para Samuel, el viejo dinosaurio priísta, coludido con su histórico rival, el PAN, operó con la suciedad que lo caracteriza para, al amparo de la norma, arrinconar a un torpe y soberbio Samuel García hasta lograr que desistiera en su intención de contender en la elección de 2024 al enfrentarlo a la posibilidad de que un rival político tuviera la facultad de escudriñar hasta en el último rincón de su gestión.
En 2022 la organización Cómo Vamos Nuevo León evaluó al gobierno de Samuel García, quien entonces afirmó “haber tomado apuntes” e invitó a continuar con este tipo de evaluaciones, “el ejercicio de Cómo Vamos no lo suelten”, señaló. Aún así, este año Samuel aseguró que la organización, que calificó a su gobierno con 6.9, está compuesta por “gente de escritorio y reventadores”. Los rubros mejor evaluados están en atención a la pobreza y desigualdad, atención gubernamental para realizar trámites, finanzas públicas y educación. Los peores, en salud, seguridad, ambiente y movilidad.
Este artículo no tiene la intención de calificar al gobierno de Samuel García, sea bueno, malo o regular, la percepción que se tenga parece, en el electorado, pasar a un segundo término al anteponer a ella la estridencia que Samuel y su esposa, Mariana Rodríguez, generan en redes sociales y con ello en la discusión pública. Son un “combo mediático” que contiene en el mismo producto a influencers mirreyes que con glamur de artistas se codean con Elon Musk mientras también son standuperos que causan simpatía en jóvenes que ven y escuchan a un político que podrían encontrar en el antro “disparando el pomo” con camiseta de los Tigres y Suburban blindada a la puerta.
Las redes sociales son una herramienta que influye de manera determinante en las decisiones de las personas. Quien es exitoso en ellas se convierte en líder de opinión, aunque su criterio sea deleznable; lo proferido digitalmente cuenta con resonancia en medios tradicionales que replican el mensaje. Los dichos se convierten, peligrosamente, en algo más importante que los hechos, las urnas se llenan de likes y no de votos, y el resultado es, por ejemplo, el nuevo Nuevo León con todo y su crisis política e institucional.