Notas sobre el sindicalismo en México
Los sindicatos en México están reconocidos por nuestra carta magna desde 1917, en el artículo 123, el objetivo por el cual nació fue para la defensa de los intereses de los trabajadores.
Sin embargo esta figura fue desnaturalizada por décadas y aprovechada por el Estado, realmente el sindicalismo se convirtió en un instrumento para proteger a los patrones y no a los trabajadores; es aquí donde aparece los contrato colectivos de protección y el sindicalismo blanco. La contratación colectiva comenzó a utilizarse para proteger a las empresas y evitar que verdaderos sindicatos firmaran con las empresas, auspiciado por líderes sindicales comúnmente denominada “charros”.
Se puede decir que el sindicalismo y la contratación colectiva fue letra muerta durante décadas, incluso en su tiempo la Secretaria de Trabajo informó que de doscientos mil contratos colectivos en el país por lo mucho un 10% era un sindicato con vida auténtica y firmaba contratos colectivos verdaderos.
Es el caso que para la firma del Tratado de Libre Comercio se exigió a México que modificara su esquema de derecho colectivo que extinguiera el sindicalismo blanco y los contratos de protección; por ello fue reformada la Constitución y la Ley Federal de Trabajo para que en lo sucesivo y para la firma de un contrato colectivo existiera constancia fehaciente de que los trabajadores estaban de acuerdo en la existencia del contrato colectivo y condiciones. Cabe mencionar que antes ningún trabajador sabía de que en su empresa existía un sindicato y mucho menos un contrato colectivo.
Por lo anterior el 1 de mayo de 2019 fue reformada la Ley Federal de Trabajo eliminando definitivamente el sindicalismo blanco y los contratos de protección, no más sindicatos “charros” y “contratos de papel”.
En la actualidad los contratos colectivos se firman con requisitos muy estrictos en el que participan los trabajadores para conocer su contenido y su aprobación. A manera de ejemplo anteriormente un contrato colectivo se firmaba en una hora y los trabajadores ni se enteraban, actualmente se tarda un promedio de tres meses con estricta participación de la autoridad que es el Centro Federal de Conciliación de Registro Laboral.
La moraleja es que hoy en día si quieres firmar un contrato colectivo se necesita un real trabajo con los trabajadores de la empresa, iniciando con su afiliación y con su contacto y defensa de sus intereses.