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Opinión

Musa Verde | La Biodiversidad

Por: Horacio de la Cueva

La biodiversidad es una palabra de uso común entre biólogos, ecologistas y conservacionistas, aunque el uso que se le da limita su alcance cognitivo, de protección a los objetos de conservación y de la discusión teórica necesaria. Es un concepto creado por Edward O Wilson, famoso mirmecólogo (especialista de hormigas) de la universidad de Harvard que la define como —en traducción y paráfrasis de la Conabio:

La biodiversidad o diversidad biológica es la variedad de la vida. Este reciente concepto incluye varios niveles de la organización biológica. Abarca a la diversidad de especies de plantas, animales, plantas, hongos y microorganismos que viven en un espacio determinado, a su variabilidad genética, a los ecosistemas de los cuales forman parte estas especies y a los paisajes o regiones en donde se ubican los ecosistemas. También incluye los procesos ecológicos y evolutivos que se dan a nivel de genes, especies, ecosistemas y paisajes.

Muchas personas confunden a la biodiversidad con la riqueza de especies —el número de especies en un lugar, que a la vez es confundida con la diversidad de especies presentes dada la variedad taxonómica (especies, géneros y hasta phila) del lugar. La biodiversidad comprende a toda forma de vida en el planeta y no sólo esa vida. Los genes en el suelo o de un virus no están vivos, tampoco los ecosistemas y los paisajes, aunque los ecosistemas y los paisajes están definidos y son mantenidos o modificados por seres vivos o por las cosas que hacen —como producir oxígeno o descomponer materia orgánica.

La biodiversidad abarca un horizonte que no acabamos de aprender, aprehender, comprender y estudiar. Vivimos inmersos en la biodiversidad, somos parte de ella, da sustento a nuestra vida y nuestros estilos de vida —estilos de los que podemos cuestionar su sustentabilidad frente al mantenimiento de la biodiversidad y sus procesos. La biodiversidad se entiende con su nombre casi redundante, es diversa, está viva, pero también es variable y en cambio constante. La biodiversidad es más que la vida en el planeta. Es la vida interactuando con ella y con su ambiente físico. Es la modificación de la vida y el ambiente físico por la vida misma.

Cuando leemos el concepto de biodiversidad parece que excluye la historia de la vida, se preocupa del aunque menciona a la evolución, fuente de la biodiversidad. Es más una fotografía del momento en que vivimos que una historia de su origen. Es imposible concebir la complejidad de la vida y sus interacciones sin tomar en cuenta la historia y los seres vivos del planeta.

Hay algo que es importante de entender de nuestro estudio y conocimiento de la biodiversidad. No se puede medir. Ningún científico o genio diletante ha podido inventar un aparato que la mida. Utilizamos conceptos que ya conocemos para describirla y protegerla. El no poderla medir no es algo que debilite su concepto y utilidad. Posiblemente moleste a reduccionistas absolutos, que creen firmemente que todo puede ser explicado desde principios físicos, que no la podamos medir y que no podamos comparar biodiversidades.

Comparar biodiversidades es fútil. No podemos comparar la biodiversidad de los fondos oceánicos —de los que ahora queremos extraer minerales, con las selvas amazónicas —importantes para el ciclo de agua planetario y la absorción de carbono, o los desiertos africanos —que aportan nutrientes a las selvas amazónicas al otro lado del océano Atlántico. No podemos comparar paisajes, especies, genes o sus conjuntos para calificar unos arriba de otros. Todos forman parte de un sistema planetario que, sin proponérselo, funciona para mantener la vida (y la biodiversidad).

¿Qué es ser diverso? A excepción de los gemelos idénticos y los clones, todos los seres, aún en el mismo orden taxonómico, el mismo género o la misma especie son diferentes. La taxonomía y la filogenia existen para encontrar similitudes, pero la variabilidad existe . Esta variabilidad le da a la biodiversidad, ese ente invisible e inmensurable, la capacidad de evolucionar. Esta variabilidad le da resiliencia, no en su sentido más estricto. Ante perturbaciones como la gran extinción de los dinosaurios causada por el impacto de un cometa en lo que es hoy Yucatán el planeta no volvió a ser el mismo. La vida persistió y los recursos fueron aprovechados por unas pequeñas especies de vertebrados cubiertas de pelo, con sangre caliente y reproducción interna, los mamíferos, hoy dominantes en el planeta y de los cuales somos una especie más.

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