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Opinión

Musa Verde | Calentamiento cárnico / I

Por: Horacio de la Cueva

El verano de 2023 nos ha hecho conscientes de que el cambio climático ya está aquí, ya es parte de nuestra vida. No se esperó los 20 o 30 años que calculamos necesitar para revertir su influencia en la atmósfera y nuestra forma de vida

El verano de 2023 nos ha hecho conscientes de que el cambio climático ya está aquí, ya es parte de nuestra vida. No se esperó los 20 o 30 años que calculamos necesitar para revertir su influencia en la atmósfera y nuestra forma de vida. Todos los días las noticias informan de las consecuencias del cambio global: incendios cada vez más grandes y calientes, huracanes cada vez más fuertes y sequías cada vez más prolongadas. Vamos a vivir con el cambio climático por mucho tiempo, con consecuencias cada vez más destructoras. Está en nuestras manos remediar la situación, necesitamos el apoyo del gobierno y la industria, pero debemos empezar en casa. Nosotros creamos el cambio climático, es consecuencia de nuestra economía global basada en la quema de combustibles fósiles—no sirve renunciar a la civilización y perderse en una selva para sobrevivir, las consecuencias son peores para los más desposeídos. No sirve culpar a las industrias petroleras de aquí y de allá si no cambiamos nuestros hábitos.

Sin los gases de efecto invernadero nuestro planeta sería inhóspito, allí están la Luna y Marte para ilustrar los extremos de temperatura consecuencia de no tener una atmósfera reguladora. El aumento de la concentración de gases de efecto invernadero, principalmente CO2 y metano, sobre-calienta a la atmósfera y al océano; una consecuencia importante es la modificación del clima. Acabamos de recibir las lluvias e inundaciones provocadas por el huracán Hillary, primero en más de 80 años que llega al noroeste de Baja California. La temperatura superficial del Océano Pacífico, arriba del promedio (tanto por tratarse de un año El Niño como del calentamiento general del océano), fue la causa principal de su llegada, dando lugar a que el huracán mantuviera su energía en su viaje al norte. En ocasiones anteriores hubiéramos esperado que el huracán viajara por el Golfo de California sin tocar las costas del Pacífico de Baja California.

La quema de combustibles fósiles no es la única fuente de gases de efecto invernadero. Examinemos otras fuentes. Todo ser vivo respira y emite CO2, pero no podemos impedir o regular su respiración para disminuir esa fuente de gases de efecto invernadero. Nunca nos ha preocupado esta fuente, aprendimos que a través de la fotosíntesis el CO2 es convertido en oxígeno, azúcares y agua. Así, las plantas y los bosques crecen, la madera almacena carbón, el mundo sigue su marcha y se captura CO2 de la atmósfera.

Además de la quema de combustibles fósiles, los cultivos de arroz y el ganado vacuno son fuentes significativas de metano y por lo tanto en la aceleración del cambio climático. El metano tiene un efecto 25 veces más grande que el CO2, pero sólo dura 10 años en la atmósfera. El arroz es una fuente significativa e insustituible de alimento en Asia y África, además es parte importante de la alimentación en el resto del mundo. Sería difícil argumentar que debemos reducir el cultivo de arroz para reducir las emisiones de metano a expensas de la alimentación y supervivencia de miles de millones de vidas.

Los ganados vacuno, porcino, caprino y ovino y los pollos son animales domesticados originarios de Europa y Asia. Son fuentes de proteína que brindan “prestigio social” a quien los consume, bajo el argumento falso de que se trata de proteína de mejor calidad. Ni siquiera el argumento de mayor concentración de proteína en la carne es válido. Existen productos de plantas con los requerimientos proteicos necesarios para una dieta suficiente y balanceada. Como muchos otros estándares sociales que definen a la clase media, el consumo de cárnicos por todos en el planeta no es sustentable. Debemos considerar cuál de estas dos fuentes de proteína, cárnica o vegetal, tiene menos efectos en el cambio climático y los ecosistemas.

En la próxima entrega hablaré del origen y consecuencia del consumo de cárnicos y del consumo alternativo de proteína de origen vegetal.

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