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Opinión

México SA | Pandemia: saldo laboral

Por: Carlos Fernández-Vega

Más allá del lamentable cuan irreparable costo en vidas humanas y el elevadísimo precio que se ha pagado en lo económico y social, la pandemia destrozó el mercado laboral y sólo en América Latina la factura fue por demás espeluznante: se cancelaron 49 millones de fuentes de trabajo (formal e informal) “en el peor momento de la crisis”, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que subraya que “además de los empleos perdidos, la región experimentó una fuerte contracción de las horas trabajadas, así como una reducción de los ingresos laborales, que representan 80 por ciento de lo que perciben las personas”.

Apenas tres meses atrás la Organización Mundial de la Salud oficialmente dio por concluida la emergencia internacional por la pandemia, aunque la OIT advierte que en 2023 América Latina y el Caribe “enfrenta un mercado de trabajo altamente complejo y cargado de incertidumbre a causa de una conjunción de múltiples crisis que impactan los mercados de trabajo y hacen necesaria la aplicación de políticas para crear empleo formal. El problema laboral más urgente para la región es el de la calidad del empleo y los insuficientes ingresos laborales y totales generados por los trabajadores y sus familias”.

Con todo, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) considera que los mercados laborales de la región “se recuperaron del considerable choque de la pandemia y la mejora en variables como las tasas de participación laboral y de desocupación, iniciada en 2021, continuó en 2022 y, en general, los principales indicadores retomaron los valores prevalecientes en 2019”.

Si bien se observa recuperación, en algunos países regionales los indicadores aún no han retomado los niveles previos a la pandemia. “A pesar del desempeño favorable observado en los mercados laborales en 2021 y 2022, existen brechas de género estructurales en materia de tasas de participación y de desocupación. En 2022, la productividad laboral promedio experimentó una caída, destacando la contracción de la productividad en sectores como la industria, la construcción y el comercio. Por su parte, los salarios medios reales se estancaron en 2022, lo que contrasta con el aumento observado en 2021 y refleja el impacto de la mayor inflación”.

El organismo especializado de la ONU prevé “un deterioro de la calidad del empleo, con menores niveles de protección social y un crecimiento de la ocupación en sectores menos productivos, lo que se traducirá en aumentos de los niveles de pobreza y desigualdad de la región. Ante este escenario, es necesario que la región cuente con políticas laborales activas que promuevan una mayor creación de fuentes de trabajo, mayor formalización e inclusión de mujeres y jóvenes en el mercado. La crisis sanitaria mostró que instrumentos como seguros de desempleo, subsidios a la contratación y teletrabajo actuaron de manera complementaria para atenuar la contracción del empleo y sus efectos en 2020. Estos, junto con políticas de promoción del empleo focalizadas en segmentos como las mujeres y la población joven, permitieron impulsar una recuperación, en especial en los sectores particularmente afectados por la pandemia”.

En 2022, apunta la Cepal, las economías de América Latina y el Caribe “enfrentaron un complejo escenario externo con marcadas repercusiones en el desempeño de la región. Se observó una importante desaceleración de la actividad económica y del comercio mundial, un aumento en la inflación mundial, que a su vez produjo cambios significativos en la política monetaria, con el correspondiente aumento en la volatilidad financiera y la disminución de los flujos de capital hacia economías emergentes”.

En el caso concreto de México, desde diciembre de 2021 se recuperó el nivel de empleo formal previo a la pandemia y al cierre de junio de 2023 más de 21 millones 887 mil trabajadores estaban registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social, pero la informalidad marca la pauta.

Las rebanadas del pastel

No hay día en que la derecha no rece y se santigüe ni domingo que no asista a misa, pero, cómplice, a lo largo de los años ha guardado silencio sepulcral sobre la pederastia de no pocos curas. Indigna: “en México, se ha presentado abuso clerical masivo, al que urge poner fin y castigar eclesiástica y judicialmente a los culpables”, denuncian las organizaciones Bishop Accountability, de Estados Unidos, y Spes Viva, de México, y por lo pronto ponen la mira en Norberto Rivera, Jonás Guerrero Corona, Carlos López Valdez y contando.

Twitter: @cafevega

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