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Opinión

Los pros y los contras de la presencia de Airbnb en Baja California

Por: Nora L. Bringas Rábago* / Voces de El Colef

Los avances tecnológicos han alterado las estructuras sociales y económicas del mundo, impulsando cambios importantes en las preferencias del consumidor. En este escenario, emerge la economía colaborativa como una forma de intercambiar productos y servicios, aprovechando las numerosas oportunidades que ofrece la tecnología, como el creciente uso de redes sociales, la proliferación de teléfonos inteligentes y el desarrollo de la web 2.0, lo que permitió la creación de plataformas en línea, donde los usuarios pueden interactuar y realizar transacciones entre sí de manera sencilla, modificando con ello múltiples industrias y sectores de la economía.

Como resultado, han surgido empresas disruptivas como Uber, Couchsurfing, Carpooling y Airbnb, que utilizan plataformas tecnológicas que han revolucionado la industria de los viajes y la hospitalidad. De manera particular Airbnb (https://news.airbnb.com) se ha destacado como una de las plataformas más utilizadas a nivel mundial. Según su sitio, esta plataforma fue fundada en 2007 y actualmente está presente en más de 100.000 localidades, en más de 220 países y cuenta con una oferta de más de 5 millones de unidades de alojamiento. Esta plataforma es un claro ejemplo de la economía colaborativa, donde las personas pueden rentar sus propiedades o habitaciones disponibles a otros. Esto permite a los propietarios generar ingresos adicionales y a los viajeros disfrutar de una experiencia más personalizada.

En Baja California, este tipo de alojamiento ha incrementado su importancia, principalmente en siete destinos turísticos: Ensenada, Mexicali, Playas de Rosarito, San Felipe, Tecate, Tijuana y Valle de Guadalupe). En 2023, se registraron 31,581 rentas en esta modalidad, incrementándose en un 5.6% en comparación con el año previo. Cabe destacar que Playas de Rosarito concentró el 32% de las rentas en Airbnb, Tijuana el 30.7% y Ensenada el 25.7%, salvo el año de la pandemia (2020) que Ensenada encabezó la lista, desde el 2021 esta tendencia se ha mantenido hasta la actualidad.
De acuerdo con Airbnb, los usuarios que utilizan esta plataforma para alquilar propiedades en el estado, tienen una percepción positiva sobre la calidad de los servicios de hospedaje. Varios aspectos influyen en la decisión de los viajeros para utilizar esta plataforma, entre ellos destacan: permitir un mayor número de huéspedes, ofrecer más comodidades, flexibilidad en las reservas, garantizar la privacidad, estar ubicados en cercanía con puntos de interés en la ciudad, asegurar la seguridad en la zona y tener acceso a rutas de transporte público.

Para lograr mejores resultados, esta plataforma permite que los usuarios otorguen un valor general a la experiencia vivida durante su estancia, utilizando una puntuación que oscila entre una y cinco estrellas. Además, permite evaluar aspectos relacionados con la calidad del servicio recibido, como limpieza, ubicación, arribo a la propiedad, comunicación con el propietario, expectativas y relación calidad–precio. Durante 2023, las valoraciones de los usuarios mostraron que los siete destinos turísticos de Baja California recibieron una calificación general de entre 4.7 y 4.8 estrellas, lo que representa un nivel de satisfacción considerado «muy bueno» y se traduce en una apreciación positiva del servicio ofrecido (AirDNA, 2023).

Airbnb ha tenido un impacto significativo en la manera en que las personas viajan y experimentan el mundo, ofreciendo accesibilidad, flexibilidad, diversidad de opciones y una conexión más cercana con las comunidades locales, ofreciendo, además, una amplia gama de precios y tipos de alojamiento, lo que ha hecho que viajar sea más accesible para personas con distintos presupuestos.
Esto ha detonado un flujo de visitantes hacia áreas poco concurridas, lo que supone que se distribuyen los beneficios económicos y se generan impactos positivos para localidades pequeñas, pues los huéspedes suelen gastar durante su estancia en negocios como restaurantes, comercios o atracciones. Esto ayuda a impulsar la economía local, especialmente en áreas donde los servicios turísticos son incipientes.

Sin embargo, no todo es jauja, también se generan impactos negativos para una ciudad, afectando tanto a los residentes locales como a la economía urbana. La alta demanda de propiedades para alquileres a corto plazo ha tenido y tendrá un efecto directo en el incremento de los precios de las rentas y las viviendas. Esto genera que las viviendas sean menos asequibles para la población local. De la misma manera, los propietarios pueden optar por alquilar sus propiedades a turistas en lugar de a residentes permanentes, lo que reduce la disponibilidad de viviendas para los habitantes permanentes y puede conducir a su desplazamiento.

De la misma manera, el incremento de visitantes que utilizan Airbnb ejerce una presión adicional sobre los servicios públicos locales, como el transporte, la recolección de basura y la seguridad, sin que necesariamente se generen ingresos suficientes para cubrir estos costos. Asimismo, la transformación de barrios residenciales en zonas turísticas, puede llevar a la gentrificación, proceso donde los residentes originales son desplazados por personas con mayores ingresos. Esto puede alterar la identidad y cohesión social de los barrios, además de generar molestias para los residentes locales y sentimientos de rechazo hacia el turismo, como ya sucede en ciudades como Barcelona o Venecia.

Para nadie es sorpresa que Airbnb ofrece beneficios económicos, pero también presenta desafíos significativos para las ciudades en términos de cohesión social, vivienda, regulación y servicios públicos, por ello resulta crucial mantener una gestión adecuada de esta plataforma para equilibrar los beneficios y mitigar los impactos negativos.

*DEUMA
nbringas@colef.mx

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