Inegi: 40 años construyendo la estadística oficial en México
En 2023, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) cumple 40 años de vida e historia institucional. El Inegi comenzó de modo discreto, pero con un propósito de Estado: un órgano administrativo desconcentrado, de la entonces Secretaría de Programación y Presupuesto, a cargo de fortalecer la captación, producción y divulgación de la información estadística y geográfica que genera el país; fue una gran innovación, porque, hasta hoy, es de los pocos organismos públicos en el mundo que tiene atribuciones en ambas dimensiones: la estadística y la geográfica.
Ver los datos estadísticos con mirada de geógrafo permite interpretar mejor los fenómenos sociales que, en ocasiones, se explican en gran medida por las características del territorio: la topografía o los climas son capas de información indispensables para cualquier análisis económico, demográfico, cultural o político.
Esta ventaja se confirma en 1992, cuando se incorpora a la Secretaría de Hacienda, también como órgano desconcentrado. Aunque, el guardagujas que cambió la trayectoria institucional está en 2006, con la enmienda constitucional que creó el organismo autónomo actual y estableció el Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica (SNIEG), cuya relevancia radica en producir datos de carácter oficial y de uso obligatorio para la Federación, los estados, municipios y las alcaldías de la Ciudad de México.
Así, en 2008, se promulgó la Ley del SNIEG, que permitió al Inegi poner en práctica su autonomía para coordinar el sistema. Definió los criterios para declarar la información de interés nacional y distribuyó derechos y obligaciones entre las unidades del Estado miembros del SNIEG.
Esta breve reseña de cuatro décadas, que se cumplieron el 25 de enero, puede revisarse con mayor detalle en la publicación Miradas. Cuarenta años del Inegi, presentada a propósito del aniversario del instituto y a disposición del público en nuestro portal de Internet.
Recomiendo detenerse en el pasaje que habla de las oficinas centrales en Aguascalientes, producto de un proceso de descentralización acelerado por los sismos de 1985. La construcción del edificio estuvo a cargo de Alejandro Caso Lombardo, inspirado en paisajes del México prehispánico.
La estructura del inmueble invariablemente nos remonta a este tipo de arquitectura: los muros con talud, las escalinatas con alfardas, el espejo de agua, el concepto geométrico… Una obra imponente.
Todo el libro está acompañado de imágenes prácticamente de colección, que por sí mismas evocan estos 40 años e incluso se remontan a los primeros hitos estadísticos del siglo XX mexicano. Destacan los casos del Segundo Censo Industrial de 1935 o los carteles invitando a participar en los censos de 1940, donde se puede leer “Los censos darán a la nación el conocimiento de sí misma” o “Contando lo que tenemos sabremos lo que podemos”.
Pero si algo nos ha dejado claro el paso del tiempo ha sido la importancia de la colaboración ciudadana en la construcción de la estadística oficial en México.
Los censos y encuestas se sostienen como la principal fuente de datos para el país, pero sólo son posibles gracias a esas microporciones de información en posesión de cada persona. De ahí la importancia de tener la confianza de la población para obtener ese píxel de realidad personal que, en el agregado, nos aproxima a la realidad regional o nacional.
Sirva este espacio para agradecer a la población el tiempo que dedican a las y los entrevistadores, auténticos embajadores del Inegi en cada vivienda y establecimiento visitado. Sin sus respuestas, el país tendría una idea desdibujada de sí mismo.
Cuando las y los entrevistadores recorren una colonia urbana o una localidad rural en la montaña para obtener respuestas de los habitantes, materializan el trabajo de muchas personas, que todos los días están buscando mejorar los cuestionarios y la estrategia logística para captar y procesar en el menor tiempo la información. A todos ellos, nuestro más sincero reconocimiento.
Materializar en la práctica lo que en su momento se definió en la ley para el Inegi es una gran responsabilidad. Nuestra meta para el futuro es lograr que la información que producimos no sólo sea una herramienta útil de investigación y de gobierno, sino también para la vida cotidiana del público usuario, con quien buscamos una relación cercana y permanente. En 40 años hemos logrado mucho y nos emociona pensar en lo que todavía podemos lograr para el porvenir.
Twitter @maumarquezCor