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Opinión

El zapatismo hoy y la lucha anticapitalista

Por: Magdalena Gómez

La travesía por el mar, de la delegación zapatista Escuadrón 421, emprendida el pasado 2 de mayo desde Isla Mujeres en el barco rebautizado para su gira internacional como La Montaña, con destino a el Puerto de Vigo, en Galicia, España, obedece a una línea clara que el EZLN ha mantenido públicamente desde el primero de enero de 1994. Fue precedida de una valoración sobre la circunstancia mundial que ha provocado la pandemia que aún vivimos, la cual, junto a la amenaza viral, también ha provocado aislamiento, pese al esfuerzo desplegado en torno a que «el encierro no te calle».

Sin dejar de lado el impacto de raíz y origen en el fenómeno del cambio climático provocado por y desde el despliegue devastador del capitalismo que arrasa con la naturaleza y la vida, por señalar uno de sus elementos desencadenantes. Los primeros análisis sobre la iniciativa zapatista traducen la afirmación del subcomandante Galeano: «una montaña navegando a contrapelo de la historia», como una travesía inversa a la que hace más de 500 años hicieron a través del Atlántico los invasores, llamados conquistadores.

Y aquí se expresa el primer contrapunto: no aceptamos, han señalado, que los pueblos originarios fuimos derrotados, menos aún conquistados, seguimos vivos, luchando y resistiendo. Por lo tanto, los zapatistas rechazan cualquier petición de perdón. “¿De qué nos va a pedir perdón España? ¿De haber parido a Cervantes, a León Felipe, a García Lorca, a Picasso, a la República y al exilio republicano en México, entre muchos otros?… postura que contrasta con la línea en curso de la llamada 4T. Estarán en Madrid el 13 de agosto de 2021, señaló en comunicado el subcomandante insurgente Moisés, 500 años después de «la supuesta Conquista» y allí hablarán «al pueblo español»: «no para amenazar, insultar ni reprochar, ni exigir, no para que nos pidan perdón. Ya basta de jugar con el pasado lejano para justificar, con demagogia e hipocresía, los crímenes actuales». Señaló que en esta gira están «buscando no la diferencia, no la superioridad, no la afrenta, mucho menos el perdón y la lástima. Iremos a encontrar lo que nos hace iguales».

Este eje de la lucha zapatista se expresó en el Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, conocido como el Intergaláctico, realizado en agosto de 1996 en las montañas del sureste mexicano, al cual acudieron 3 mil personas de 45 países. Desde entonces muchos de ellos han mantenido un vínculo de relación y apoyo estrecho con el EZLN . Entre muchas dimensiones de esta iniciativa se halla la decisión de reconocerles en sus naciones. Este es el sentido de sus afirmaciones de que viajan a ver a sus viejos conocidos altermunistas, que hoy (como ayer), son incansables luchadores contra el fascismo, generosos organizadores de migrantes, constructores vitales de nuevas formas de convivencia urbana, aguerridos sindicalistas en un mundo laboral precarizado, aguerridos derrumbadores de estatuas de tratantes de esclavos y colonialistas.

Como señaló la revista Ojarasca: “van a esa Europa de abajo, atenta a los exilados y nómadas involuntarios, la del autonomismo crítico, la del radical rechazo a la destrucción ambiental, la anticapitalista con sus gobiernos nacionales, sean las coronas abolladas de España y el Reino Unido, las repúblicas derechizadas de Francia, Italia, Alemania, Hungría o la dictadura de Turquía. Van, en fin, a la Europa de los migrantes mismos.

El escuadrón indígena, que ahora cruza el océano Atlántico, no se dirige al encuentro con los ciudadanos cómodos del llamado viejo mundo, en efecto ya decrépito, aunque todavía rico, desigual y poderoso. Van con los autonomistas verdaderos, con lo que resisten, con las juventudes que quieren aprender de las noticias del Nuevo Mundo que les lleva una nueva generación de bases de apoyo del EZLN. Es la multiplicación del «efecto Marichuy» en las elecciones de 2018, en su momento considerado como algo simbólico, pero que hoy proyecta una sombra de autenticidad y dignidad sobre la pantomima electoral y partidaria de 2021”. (mayo Nº 289).

Con esta mirada y entendimiento, queda claro que los reiterados argumentos en contra de cualquier iniciativa zapatista carecen de sustento. En 1994 dijeron que la rebelión afectaba al triunfo del salinismo con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio, después han dicho que ese personaje es quien los propicia y ya en tiempos recientes, desde 2006 todas sus estrategias, según sus paranoias, van encaminadas a afectar al actual titular de la Presidencia de la República. El zapatismo ha colocado sus esfuerzos en promover la organización anticapitalista y ahora lo hace en escala mundial. ¿Cuál será su alcance? Dependerá en gran medida de las circunstancias de las organizaciones y colectivos en sus respectivas naciones.

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