publicidad
Opinión

El escuchón: El menos peor

Por: Enrique Camacho Beltrán*

Durante este año he escuchado a mucha gente discutir sobre política. Aunque la mayoría votó por Morena, alrededor del 45% no lo hicieron. Para mí eso muestra a un país dividido casi por la mitad, excepto que la mitad más grande actúa como si la mitad más chica no existiera o fuera perversa y una parte de la mitad más chica actúa como si la mitad más grande fuera idiota. Creo que una explicación poderosa de algunas de estas interacciones está relacionada con lo que hoy se llama desinformación: una estrategia de manipulación electoral que entorpece el intercambio de información de calidad y la comunicación. Por ejemplo, algunos en la mitad más grande celebran triunfos inexistentes, mientras algunos de la mitad más chica lamentan vivir ya en una narcodictadura. Pero lo que más ha llamado mi atención es que la mayor parte de los interlocutores, incluso entre los defensores del oficialismo, están más o menos conscientes de que en México no tenemos el privilegio de elegir a las personas mejores y más capaces, sino que elegimos al mal menos nocivo. Al menos peor.

Por un lado, si eso fuera generalizado, sería buena noticia porque querría decir que los morenistas no son tan vulnerables a la propaganda y la desinformación: a pesar del descomunal gasto en propaganda, entienden que un partido de izquierda contemporánea no puede ser bajo ningún concepto militarista, punitivista, anticonocimiento, nacionalista ni mucho menos iliberal. Pero sería una mala noticia porque en el fondo la diferencia entre estar en la mitad más grande o la más chica podría consistir en parte, en la manera en la que uno se relaciona con la política. La mitad más chica estaría evaluando al oficialismo en última instancia por sus resultados desastrosos, por ejemplo, en corrupción, seguridad, deuda y estado de bienestar. Mientras que la mitad más grande simplemente se identificarían con el expresidente. Eso explicaría porque en el sexenio pasado el músculo gubernamental estuvo puesto en buena medida en la propaganda, las transferencias directas, el aumento al salario, la historia patria y la obra pública monumental sin beneficio social. También explicaría por qué en muchas encuestas las personas evaluaban bien al expresidente y simultáneamente mal o muy mal al desempeño de su gobierno.

La política de la identidad es poderosa en la izquierda para defender los intereses de minorías como las raciales y las sexogenericas. Pero puede ser extraordinariamente nociva cuando intenta subsumir a la política en su conjunto, como ha mostrado el horror de los movimientos nacionalistas y fascistas del siglo XX.

Tres problemas vienen a la mente. Primero el discurso de odio en contra de personas que no se identifican con el ideal nacionalista. Ya hoy se odia a todo opositor, aun de izquierda, llamándolo neoliberal. Segundo, los resultados de desempeño pasan a segundo plano. Ya hoy se pregona sin vergüenza que en la administración pública importa más la lealtad que el conocimiento y la experiencia. Finalmente está un sesgo psicológico peligroso y desafortunado. Aparentemente cuando nos identificamos con un político o partido perdemos sentido crítico porque al estar emocionalmente invertidos nos duelen las criticas como si fueran dirigidas a nosotros. Si la mitad mas chica hubiera ganado la elección, una parte importante de ellos se hubiera hecho responsable de haber elegido la menos peor y se hubieran convertido en oposición al día siguiente de la elección para exigir un buen gobierno. Pero parece que muchas de las personas de la mitad más grande que se identifican con AMLO y su movimiento hoy resisten y repelen la crítica como si fuera dirigida a sus personas. Con la oposición disuelta o silenciada ¿Quién entonces va a hacerse responsable de vigilar y exigir un buen gobierno? Hasta ahora tristemente parece que los de la mitad más grande no. Ojalá este año que está iniciando haga de mis temores infundios; y un ala de izquierda de verdad crítica surja dentro de Morena (y en la oposición).

* Investigador de la Estación Noroeste de Investigación y Docencia del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM

@KikeCamach

Related Posts