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Opinión

Desigualdad y migración

Por: Olivia T Ruiz M | Voces de El Colef

Vivimos en un mundo donde prima la expulsión. Hoy en día, hay 102 millones de desplazados internacionales debido a la persecución, el conflicto armado y la violación de los derechos humanos. A la vez, existen 23.7 millones de desplazados internos por el cambio climático, huracanes, inundaciones y sequías. Y ese escenario no incluye la población que deja sus comunidades y pueblos por presiones económicas.

Entender estas expulsiones –sus orígenes, atributos y consecuencias– es uno de los grandes retos de nuestro tiempo. En lo que sigue delibero a grandes rasgos la cuestión de sus orígenes por medio de lo que llamaré la sedimentación de desigualdades del sistema mundial. Esta sedimentación es inherente al capitalismo y ha producido y reproducido inequidades en el crecimiento y desarrollo alrededor del planeta.

En esto nos ayuda retomar la tesis del economista y politólogo egipcio, Samir Amin, sobre el desarrollo desigual y sus particularidades en las zonas menos favorecidas. En la propuesta de Amin, el desenlace del capitalismo ha consistido en la división del mundo en centros y periferias, con mayor desarrollo y riqueza en los centros y menor desarrollo en las periferias. Estas últimas son, en su mayoría, regiones ex-coloniales, o lo que entendemos, a grosso modo, como el sur global.

La desigualdad sistémica crea un constante desenvolvimiento de centros y periferias -geo-políticos, económicos, socio-culturales- a nivel global (entre el sur y el norte global), entre países (EEUU y México), y dentro de países (el norte y el sur de México).

A la vez, si bien la desigualdad es inherente al sistema, hoy en día estamos viviendo una nueva modalidad que se caracteriza por la acelerada producción y reproducción de múltiples inequidades, además de su expansión y atrincheramiento.

En los últimos 40 años se ha ido polarizando la brecha entre los que tienen mayor acceso a los recursos y los que tienen menos, poco o nulo.

Esto ha significado una mayor acumulación y concentración de la riqueza en algunos centros del mundo y la marginación y el empobrecimiento de las periferias: de regiones enteras del planeta (una parte de África sub-Sahariana), países (Haití y Honduras) y regiones y poblaciones dentro de los propios países (el sur de México; los pueblos indígenas)

El año 2007 señaló un parteaguas en cuanto a la desigualdad sistémica, con impactos directos en la movilidad humana. En ese año, subió el precio de los energéticos, hubo sequías en las regiones que producen la mayor cantidad de granos en el mundo (Australia, India, EEUU), y, por consecuencia, aumentaron los precios de los alimentos. Esta conjunción de hechos provocó mayor privación, agravó la inseguridad alimentaria ya existente, especialmente en países de menores ingresos, y dió lugar a protestas, conflictos sociales y a la violencia armada. Siguió la crisis financiera de 2008-2009. Poco después vimos señas de lo que llegarían a ser las grandes movilizaciones poblacionales que hoy en día son parte de nuestra realidad. Esto es, movilizaciones masivas, continuas y a escala mundial. En 2015 presenciamos expulsiones de África y del Medio Oriente. En 2018 empezaron a formarse las caravanas de migrantes centroamericanos y centroamericanas.

Dicho de otra manera, los movimientos poblacionales que estamos presenciando son consecuencia de una acumulación y superposición de inequidades a lo largo del tiempo.

En una primera instancia, a través de la división internacional del trabajo, la colonización militar europea del mundo no europeo, y la explotación y extracción de recursos materiales y humanos del mundo colonial, se crearon poblaciones con mayores y menores posibilidades de llevar a cabo una vida digna, muchas de estas últimas en lo que ahora llamamos el sur global. En años más recientes, hechos como el cambio climático, la inseguridad alimentaria, la inestabilidad política, y el conflicto armado, para dar tres ejemplos, al agravar la desigualdad, han contribuido a la expulsión y destierro de mujeres, hombres, niños y niñas alrededor del mundo.

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