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Opinión

American curios / David Brooks

Por: David Brooks

Hay más de 670 mil banderitas blancas plantadas alrededor del Monumento de Washington marcando el número de muertes por Covid en Estados Unidos, un total que se incrementa por un promedio de otros mil 900 diarios. El total es ya el equivalente a todos los estadunidenses que murieron en las guerras mayores entre 1900 hasta hoy día.

Una de cada 500 personas en Estados Unidos ya han fallecido por la pandemia, la gran mayoría de manera innecesaria. Se reporta ahora que hospitales en varias regiones del país –en particular donde gobiernan políticos de derecha con poblaciones que favorecen a Trump– ya no tienen cupo con sus unidades de terapia intensiva al cien por ciento por la ola de nuevos contagios severos por gente que ha rehusado ser vacunada. Con ello están rechazando a otros casos severos, desde cáncer a operaciones urgentes y más, causando aún más muertes. Todo esto en un país donde está disponible, gratis y para quien la quiera, la vacuna. O sea, la emergencia de salud pública es por decisión política y desinformación activa, y no por el virus.

Asombra que la derecha –desde senadores y diputados federales a gobernadores y legisladores estatales– ha determinado que la muerte de aquellos que representan es un precio aceptable para ganar sus batallas de poder político. Han promovido la idea de que rechazar las vacunas y otras medidas para mitigar la pandemia incluyendo el uso obligado de cubrebocas y la distancia sana en lugares públicos, son intentos de los demócratas para imponer «controles» sobre la población y declaran que esta disputa es nada menos que la gran y gloriosa defensa de «la libertad». No falta los que afirman que estas medidas sanitarias, junto con intentos de ofrecer apoyos para los afectados por las consecuencias económicas de la pandemia, son parte de un complot «socialista».

Esta violencia política derechista que tiene un saldo de 2 mil vidas cada 24 horas ha sido nutrida e intensificada estos últimos años por Trump y sus cómplices republicanos dentro y ahora fuera de la Casa Blanca a nivel federal, como en diversos estados, con el propósito explícito de intentar frenar y hacer fracasar las principales iniciativas de demócratas y fuerzas progresistas es, en torno al Covid, una misión suicida (o por lo menos homicida).

Esa violencia se manifiesta de manera explícita con políticos armados y declarando guerra contra otros estadunidenses. La diputada federal ultraderechista Marge Green dice en un video publicitario que se dedicará a hacer estallar la «agenda socialista» demócrata y se graba apuntado un rifle calibre .50 para disparar contra un coche que tiene pintado la palabra «socialismo«, el cual explota (https://twitter.com/i/status/1439225130811539457). El gobernador de Georgia, Brian Kemp, en un video para su relección, se muestra armado, hace estallar un explosivo representando la agenda demócrata detrás de él, y amenaza que él personalmente acorralará con su camioneta y armas a “ilegales criminales”.

Este tipo de políticos han intercalado los temas del rechazo de regulaciones gubernamentales en base de ciencia, el antiaborto, el derecho incondicional a las armas, la supresión del voto de las minorías y criminalizar a los inmigrantes y no pocos han agregado el veneno del supremacismo blanco, en una amenaza real a la democracia estadunidense; sus aliados más extremistas ya son calificados como la principal «amenaza terrorista» al país.

Y están logrando su objetivo. Una encuesta reciente de CNN revela que casi 80 por ciento de las filas republicanas siguen creyendo en la absoluta mentira de Trump de que perdió la elección solo por fraude. Según ellos, los «enemigos» están invadiendo –tanto estadunidenses como inmigrantes– al país y ante ello llaman a montar una «defensa», incluso armada, de su patria.

La cada vez más extrema derecha en Estados Unidos como en tantos otros países está dispuesta a destruir no solo el país (para rescatarlo) sino el planeta entero, y por lo tanto, la lucha en su contra ya no es un asunto local o nacional, sino trasnacional.

Childish Gambino. This is America. https://www.youtube.com/watch?v=VYOjWnS4cMY

Rage Against the Machine. Take the Power Back.https://www.youtube.com/watch?v=rMjjsjNBS_4

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