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Opinión

Agua: grandes retos, requieren grandes cambios

Por: Dr. Alfonso Andrés Cortez Lara | Voces de El Colef

El 19 de junio pasado participé en el Encuentro Colectivo Baja California organizado por MexiColectivo en la ciudad de Tijuana. Comparto aquí las ideas vertidas.

La cuenca del río Colorado representa la principal fuente de abastecimiento de agua para la zona fronteriza de Baja California, sin embargo, ésta pasa por un período de sequía prolongada acentuada desde finales de la década de los noventa misma que es ya catalogada como la Megasequía de Norteamérica. Esta crisis hídrica se profundiza debido a que los acuíferos muestran déficit debido a la sobreexplotación sostenida. Por otra parte, se observa una creciente demanda de agua de las principales zonas urbanas así como el uso de volúmenes significativos en la agricultura, 70 % de la disponibilidad total.

El estado se ha beneficiado histórica y significativamente con financiamientos nacionales e internacionales, no obstante, la problemática continúa: fugas y bajas eficiencias de operación, falta de aprovechamiento de aguas residuales tratadas, carencia de red de drenaje y alcantarillado pluvial, falta de mantenimiento a la infraestructura intermunicipal, sobreconcesionamiento y deficiente regulación para extracción de aguas subterráneas, baja eficiencia del riego, etc. Esto indica la prevalencia de gestión deficiente, debilidad institucional y corrupción en el sector agua.

¿Qué alternativas viables existen para enfrentar las amenazas para el desarrollo de Baja California? ¿Qué acciones deben tomar conjuntamente sociedad y gobierno para lograr un cambio positivo tal que se impulse una gestión efectiva, sustentable y sostenible del agua? Antes de ofrecer algunas orientaciones al respecto, mencionaré que las sociedades avanzadas ubican siempre al centro a la gente, principalmente la más vulnerable, e impulsan la protección de los recursos naturales y esto lo hacen considerando el enfoque de sustentabilidad fuerte, contrario al ecocéntrico.

Es necesario cambiar el modo de gestión que caracteriza al sector agua, esto a efecto de eliminar el enfoque vertical y la opacidad en la toma de decisiones para sustituirlo por otro más horizontal, ciudadanizado y transparente. Es primordial incorporar de manera directa a los diversos actores de la sociedad civil, integrándolos en las diferentes fases de planeación, implementación y seguimiento de los planes, programas y proyectos, para que, a través de la participación efectiva y la vigilancia social, se prioricen inteligente y sustentablemente las alternativas referentes a apoyos institucionales y financiamientos, medidas de regulación, sistemas tarifarios y opciones tecnológicas tendientes a disminuir la demanda de agua. Insisto, se debe enfatizar la gestión de la demanda, tanto en el sector público-urbano e industrial como en el agro, es decir, se deben implementar esquemas tendientes a reducir consumos e incrementar eficiencias, pero bajo los principios de justicia hídrica y sustentabilidad que van más allá de solamente cumplir con el derecho humano al agua.

A través de una una combinación inteligente de incentivos institucionales, de mercado y regulatorios, se debe buscar reducir el consumo per cápita a niveles que indican los estándares internacionales y que tanto en la zona costa como en la del desierto de Baja California se encuentran extralimitados en más del 50 %; incrementar sustancialmente el aprovechamiento de agua residual tratada que en Tijuana es de solo 7 %, al lograr este incremento, buscar aprovecharla en la misma ciudad para usos municipales y para el medio ambiente impulsando así una perspectiva de economía circular; reducir las fugas en redes de agua potable y drenaje que son notorios en Ensenada y Tijuana, por arriba del 20 %; seleccionar adecuadamente el tipo de inversiones que deben atraerse, evitando las actividades hídrico-intensivas; detener el sobre concesionamiento y la sobreexplotación de los acuíferos de la zona costa de Ensenada y del Valle de Mexicali que en conjunto generaron un déficit de -398 millones de metros cúbicos en 2022. Esto puede lograrse a través de la aplicación estricta de la ley y de la implementación de mecanismos híbridos como la auto-regulación, con ello, evitar la intrusión marina.

Además, incrementar la eficiencia global del Distrito de Riego 014 donde se siembran 186,700 hectáreas, misma que actualmente es de alrededor del 60 %, buscando así incrementar eficiencias en proporciones de 3 a 4 % para rescatar volúmenes de entre 35 y 50 millones de metros cúbicos anuales, mismos que beneficiarían al área de riego y, bajo un esquema de beneficio mutuo y financiamiento directo del gobierno del estado, a las ciudades de la zona costa; incrementar la eficiencia de operación de los pozos de la Mesa Arenosa de San Luis, de donde se extraen volúmenes asignados a las ciudades de Baja California a través de 62 pozos profundos de los cuales no funcionan al menos 10; acelerar el mantenimiento del Acueducto Río Colorado-Tijuana a efecto de utilizar permanentemente su máxima capacidad de 6.1 metros cúbicos por segundo, considerando inteligentemente el nexo agua-energía con la implementación de tecnologías que induzcan alta eficiencia energética como las que se basan en plantas eólicas y fotovoltáicas con gran potencial en la región.

Finalmente, subrayo que si se habla de “generar nuevas fuentes de agua”, entonces ni el bombardeo de nubes para inducir lluvia, ni las plantas desalinizadoras representan opciones económica, social y ambientalmente viables; antes que estas, primero deben agotarse las opciones estructurales y no estructurales previamente mencionadas.

Comentario adicional 1: el 15 de agosto pasado la Comisión Internacional de Límites y Aguas anunció lo que les he venido mencionando desde hace varios meses en distintos foros, que habrá un nuevo recorte en las entregas de agua del río Colorado y, tal como lo acostumbro adelantar, será de 99 millones de metros cúbicos en 2024, equivalente al consumo anual de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali.

Comentario adicional 2: Hilary dejó precipitación pluvial abundante en Baja California, esperemos que los beneficios en la recarga de acuíferos, recuperación de niveles de presas y en la agricultura, sobrepasen los daños ocasionados, pero sobre todo, que prevalezca una gestión justa, efectiva, sustentable y sostenible del agua.

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