Vive Tapachula clima de racismo y discriminación, acusan activistas
Ciudad prisión para indocumentados
Funcionarios se burlan de nosotros, nos insultan por nuestro color de piel y tratan a nuestros hijos como basura, denuncia haitiana
Tapachula se ha vuelto una ciudad prisión para miles de migrantes indocumentados –la mayoría de origen centroamericano y haitiano–, a quienes la Guardia Nacional y el Instituto Nacional de Migración (INM) les impide avanzar hacia el resto del país o, en su defecto, los expulsa hacia Guatemala, en medio de un clima de violencia, discriminación y racismo.
Así lo advirtieron activistas e integrantes de organizaciones especializadas en el tema, quienes subrayaron que la solución a este fenómeno debe involucrar a los gobiernos de toda la región, en un esquema de cooperación integral y no estar basada en la criminalización de los trabajadores internacionales sin documentos.
Durante un foro virtual realizado ayer, Josué Castañeda, del Colectivo de Documentación y Monitoreo de Derechos Humanos en el Sureste Mexicano, indicó que en Tapachula ocurre un desbordamiento del sistema de atención a migrantes y solicitantes de refugio, debido a que no se canalizan sus solicitudes en tiempo y forma.
Betty Leger, haitiana solicitante de refugio, lamentó que en Tapachula prevalece un ambiente de racismo, particularmente contra la población afrodescendiente, en el cual muchos servidores públicos se burlan de nosotros, nos insultan por nuestro color de piel y tratan a nuestros hijos como basura.