Van 10 días de huelga en el Monte de Piedad, y aún sin visos de solución

Tijuana, 24 de febrero. Desde hace tres años la administración del Nacional Monte de Piedad se ha negado a aumentar el sueldo a su personal -que ya gana menos que el salario mínimo-, además la institución pretende liquidar el contrato colectivo de trabajo, lo que representaría la pérdida de derechos laborales, así que el sindicato decidió irse a huelga en las 300 sucursales que hay en el país, de las cuales seis se encuentran en Baja California.

El secretario de la Sección 34 del sindicato, Omar Ramírez, refirió que en primer término el paro de labores -que inició en el último minuto del 14 de febrero- estalló debido a que la administración se negó a aumentar el salario que por ley y contrato debe ajustarse cada año, y a que prefirió romper pláticas antes que ceder en su intención de desaparecer derechos de los trabajadores.

Sobre el ajuste del sueldo recordó que desde 2021 se hizo el primer emplazamiento a huelga ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, y aunque no hubo acuerdo el sindicato postergó el estallamiento hasta que al final decidió dimitir para no perjudicar tanto a los empleados como a usuarios; luego la situación se repitió en 2022, y en 2023, tras varias prórrogas otra vez cedió.

Sin embargo en octubre del año pasado cuando venció el contrato y era necesaria la revisión, la institución mantuvo la negativa a ajustar el salario y en cambio insistió en liquidar el contrato colectivo de trabajo, bajo el argumento de que es muy costoso y que en 2025 dejará de tener ganancias e irá a la quiebra, lo que llevó finalmente a otro emplazamiento de huelga que estalló hace 10 días.

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Entrevistado vía telefónica, el dirigente sindical afirmó que originalmente en 2023 se pedía un incremento salarial de 12 por ciento y otras prestaciones, y ante la falta de arreglo el comité directivo nacional ajustó sus peticiones al 5 por ciento, pero la administración tampoco aceptó.

Recordó que desde 2021 el Monte de Piedad quería obligar al comité ejecutivo sindical a modificar el contrato colectivo de trabajo bajo el argumento de que es muy costoso, pero nunca ha podido demostrar que está en números rojos, incluso el gremio descubrió que en su declaración fiscal ante el SAT registró remanentes.

El dirigente sindical explicó que ante la falta de acuerdo entre las dos partes, la Secretaría del Trabajo propuso algunos cambios en las cláusulas, pero el sindicato no aceptó porque en lugar de beneficiarles las modificaciones violan la ley laboral. 

Una de las cláusulas que intentó cambiar indica que la empresa no puede reducir puestos y liquidar a sus empleados sin previo acuerdo del sindicato y no se puede correr a un trabajador sin que tenga la opción de ir a otro puesto, pero la propuesta planteada por la autoridad laboral dice que la parte patronal puede reducir una plaza sin necesidad de la autorización del gremio.

Además la empresa quiere que el sindicato firme que alrededor de 400 empleados que eran sindicalizados y ahora son de confianza dejen de tener los derechos del contrato colectivo de trabajo, pero el Comité Ejecutivo Nacional no puede firmar por ellos ya que no los representa y de hacerlo podría ser demandado.

El dirigente sindical explicó que desde el estallamiento de la huelga el personal sindicalizado mantiene guardias permanentes en las sucursales y todavía no hay indicios de que se vayan a reanudar las actividades, «porque una huelga se sabe cuándo comienza pero no cuándo termina»; aclaró que las negociaciones se llevan a cabo a nivel central por parte del Comité Ejecutivo Nacional.

En Baja California hay seis establecimientos de los cuales tres se encuentran en Tijuana. En cada sucursal hay cinco trabajadores sindicalizados y tres de confianza; estos últimos han trabajado parcialmente para recibir pagos por refrendos y desempeños, pero no pueden hacer ningún empeño ni entregar prendas (como se llama a los objetos empeñados) ya que están bajo resguardo.

El Nacional Monte de Piedad cumplirá 249 años este 25 de febrero -se creó en 1775 como una institución de asistencia privada-, y aunque desde 1997 luego de una huelga que duró seis meses surgieron otras casas de empeño privadas que representaron una competencia, todavía es la opción que ofrece mejores condiciones en sus préstamos, afirmó Omar Ramírez.