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México

Insta AMLO a Biden a ser atrevidos ante desafíos bilaterales

Por: Emir Olivares Alonso / La Jornada

Washington, 13 de julio.- El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó a su homólogo estadunidense, Joe Biden, a ser atrevido y, lejos de mantener el statu quo, transformarlo a través de políticas de bienestar de avanzada.

“Frente a la crisis, la salida no está en el conservadurismo, sino en la transformación, actuando con arrojo”, planteó ayer el mexicano en el Despacho Oval, en un largo intercambio como parte de la recepción que le brindó el mandatario estadunidense en la Casa Blanca.

Fue un diálogo respetuoso. Primero los mandatarios pronunciaron sendos mensajes. Posteriormente, en el encuentro bilateral que marcó los acuerdos de la visita, López Obrador planteó a su anfitrión cinco puntos para enfrentar conjuntamente la actual crisis , pero dejando claro que “integración no significa hegemonía ni sometimiento”.

El estadunidense escuchó la larga alocución de su invitado y respondió que pese a las diferencias, estaba ansioso por trabajar en esos y otros puntos a fin de resolver situaciones que aquejan a las dos naciones.

Destacó la necesidad de ser pacientes y la importancia de cooperar para enfrentar el tema medular de la reunión: la migración en todo el hemisferio. “Nosotros vemos a México en pie de igualdad con Estados Unidos”, le refrendó al jefe del Ejecutivo.

Horas antes, López Obrador arrancó sus actividades oficiales en la residencia de la vicepresidenta Kamala Harris, con quien desayunó, acompañados de funcionarios de ambas administraciones. La funcionaria lo recibió amistosamente y en el pórtico de la casona –antes de entrar– intercambiaron elogios y destacaron la importancia de la relación bilateral. El pueblo de Estados Unidos cuenta con una vicepresidenta “de primer orden”, expresó el tabasqueño. Ella reviró para destacar la “amistad” que ambos han logrado construir.

Se trató de la tercera visita del titular del Ejecutivo mexicano a Washington, y la segunda con Biden como líder estadunidense. El intercambio se dio en medio de algunos diferendos marcados por la ausencia de López Obrador a la reciente Cumbre de las Américas, que se desarrolló en junio en Los Ángeles, al insistir en que la administración Biden-Harris no podía excluir a naciones del hemisferio con las que su país tiene desacuerdos políticos; la defensa de Julian Assange, reclamado por la justicia estadunidense, que lo acusa de diversos delitos de espionaje, y que México no ha acompañado las sanciones impuestas por Occidente a Rusia por la invasión a Ucrania.

En el Salón Oval, el presidente de México mostró su confianza en su homólogo y expresó: “Sé que sus adversarios, los conservadores, van a pegar el grito en el cielo, pero sin un programa atrevido de desarrollo y bienestar no será posible resolver los problemas ni conseguir el apoyo del pueblo”. A lo que Biden amplió la gama de posiciones en su nación: “Nosotros tenemos liberales, moderados, conservadores y extremadamente conservadores”.

Tras hacer un recorrido histórico, resaltando sobre todo la figura del ex presidente Franklin D. Roosevelt, López Obrador delineó sus cinco propuestas.

Las propuestas

En migración se refirió a dos vertientes: una referente a la reforma en la materia que dé certidumbre a millones de indocumentados que viven y han hecho su vida en ese país y contribuyen a su desarrollo; y la segunda, en la urgencia de ampliar los planes de visas temporales para trabajadores, de todas las profesiones, ante la necesidad de fuerza de trabajo que afronta Estados Unidos.

Otros planteamientos fueron eliminar aranceles a productos que aún no están considerados en el T-MEC y otras estrategias para aminorar los precios a los consumidores; comprometió los esfuerzos de su administración para duplicar la producción local de gasolina a fin que ciudadanos estadunidenses puedan comprarla más barata en las ciudades fronterizas mexicanas.

También puso a disposición de la economía estadunidense más de mil kilómetros de gasoductos a lo largo de la frontera con México, para transportar gas de Texas a Nuevo México, Arizona y California por un volumen capaz de generar hasta 750 megavatios de energía eléctrica y abastecer a 3 millones de personas; y el último punto es que se inicie un plan conjunto de inversión pública y privada para producir bienes que fortalezcan los mercados y se eviten importaciones de otras regiones o continentes, como sucede, afirmó López Obrador, con China, que “es la fábrica del mundo”.

El punto de China no cayó bien al presidente estadunidense, que tras la intervención del mexicano, de alrededor de 30 minutos, replicó que Estados Unidos produce más alimentos que aquel país del oriente y que su gobierno ha generado una cifra histórica de nuevos empleos, aunque acotó que con esto no deseaba que se creyera que no hay problemas en su país.

“Espero que mis acciones durante toda mi carrera hayan mostrado el respeto que le tengo a México. Es un país independiente, un gran país y le tengo a usted muchísimo respeto. Creo que tenemos que comenzar a hablarnos mutuamente con respeto. Entonces, lo respeto a usted (y) vayamos”, remarcó Biden.

El anfitrión abrió la reunión con una intervención de unos 10 minutos en la que sintetizó el objetivo de la misma: “Hoy vamos a hablar no sólo del desafío compartido, sino también del compromiso que vamos a adoptar para solucionarlo”.

Posteriormente, los mandatarios y sus delegaciones se reunieron en privado para desarrollar la agenda de temas y planteamientos de cada una las partes, así como los acuerdos, lo que se dio a conocer horas después en un comunicado conjunto.

Desayuno con Kamala Harris

Por la mañana, en la residencia de la vicepresidenta Harris, ubicada a varios kilómetros de la Casa Blanca, la reunión se desarrolló en un contexto de menos formalidad y mayor camaradería.

La comitiva mexicana llegó hasta el lugar en camionetas del Departamento de Seguridad Nacional, escoltados por el Servicio Secreto. Harris recibió a López Obrador desde que descendió del vehículo y caminaron juntos hasta el pórtico de su casa, sonrientes y acompañados por sus intérpretes que hacían la traducción para un entendimiento claro de lo que cada uno comentaba.

“Estoy muy contento de este encuentro con la vicepresidenta Kamala Harris. Es nuestra amiga, pero además es una mujer con principios, inteligente, honesta, partidaria de la igualdad. De modo que felicito al pueblo estadunidense porque cuenta con una vicepresidenta de primer orden. Siempre hemos conversado en beneficio de nuestros pueblos y de nuestras dos naciones. Y ahora vamos a hacer lo mismo.”

La vicepresidenta le dio la bienvenida a “mi amigo, el Presidente de México” y expresó su confianza en que este encuentro confirmará la relación entre ambas naciones basada en las tradiciones y en la amistad.

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