Exhorta CNDH a atacar el reclutamiento de menores por el narco
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) exhortó a las autoridades de todos los niveles de gobierno a adoptar de inmediato acciones necesarias para evitar que niños y adolescentes sean reclutados por la delincuencia organizada.
Pidió llevar a cabo las medidas pertinentes para su protección, así como que se elabore el plan integral de restitución de derechos una vez que son rescatados de dichas redes.
Expuso que ha tenido conocimiento “en múltiples notas periodísticas” que permiten ver el riesgo en que se encuentran los menores ante el reclutamiento forzado al crimen organizado.
No solo eso, en el Informe Especial «Adolescentes: Vulnerabilidad y Violencia», de la propia dependencia se documentan estos testimonios de jóvenes bajacalifornianos:
- Un adolescente de Baja California, relata: “un señor me llevó a Michoacán para integrarme al Cártel Jalisco Nueva Generación. Allá recibí instrucción por parte de ex militares en defensa personal, uso de armas y me enseñaron cosas de inteligencia para estar viviendo en sociedad sin que se note. Recuerdo que cuando llevaba tiempo en el curso, el patrón mató a un chavo delante de nosotros porque lo vio algo miedoso, ahí entendí que la cosa era en serio. En Michoacán maté a muchas personas. Regresé a Baja California por miedo, porque vi que ellos tenían peleas internas y mataban a los del mismo grupo. Llegando acá trabajé para el Aquiles y los Arellano Félix; aunque son contrarios, los dos grupos me ocupaban. En el último encargo, ejecuté a uno en la calle, me fui caminando a la esquina y tomé un taxi que llegó ahí por casualidad, una o dos cuadras adelante me detuvo la policía, pero se llevó al taxista también”.
- Otro más de Baja California, relata: “desde pequeño estuve en contacto con el crimen. A los 12 años, comencé a ejecutar personas y a drogarme. Llegué aquí para conocer este lugar y me vinculé con los secuestros”.
- Otro adolescente de Baja California, dice: “formé una banda de 25 personas que hacíamos robos a bancos y a súper mercados. Después me contactaron los Arellano Félix y no fuimos los 25 a trabajar para ellos. Vendíamos drogas, ejecutábamos y secuestrábamos. Unos ex militares nos daban cursos para usar armas y de defensa personal”.
- Otro muchacho de Baja California, dice: “yo trabajaba para El Mayo, ejecutaba y cobraba, por eso me mandaron a una casa a cobrar 18 mil dólares que debían… pero no los matamos porque había niños”.
Indicó que estos grupos ponen en riesgo la integridad síquica, física y, en ocasiones, hasta la vida de los niños y adolescentes, al ser víctimas de trata de personas en sus diferentes modalidades, además de obligarlos a consumir drogas, entre otras actividades.
En un comunicado, la CNDH señaló que según el estudio Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos: acercamientos a un problema complejo, en este fenómeno intervienen elementos de carácter individual, familiar, comunitario, contextual y escolar, e influyen aspectos como la edad, el género, situaciones personales, tipo de familia, violencia familiar y escolar, abandono, deserción, discriminación, pobreza, inseguridad, contacto con personas implicadas en la delincuencia y migración.
También exhortó a las autoridades a realizar acciones necesarias para evitar la criminalización y revictimización de estas poblaciones.